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"Sobre el tema "
MINSK, 15 nov (BelTA). – Los organizadores de la operación para secuestrar el MiG-31 obtuvieron no dividendos políticos, sino una bofetada por parte de Rusia. Lo declaró en el proyecto "Sobre el tema" del canal YouTube de BelTA el observador militar, coronel en retiro Víktor Baranéts.
Recientemente, el FSB de Rusia frustró una operación de los servicios de inteligencia de Ucrania y Gran Bretaña para secuestrar un caza ruso MiG-31 con un misil hipersónico Kinzhal para una provocación en la mayor base aérea de la OTAN.
"Ellos calculaban obtener dividendos: tanto políticos, como morales, como militares. Pero obtuvieron una bofetada por parte de Rusia. Ya no digo de los ucranianos, el Servicio de Seguridad de Ucrania", comentó el intento de provocación el observador militar.
Según información del FSB, para secuestrar la nave aérea, empleados de la inteligencia militar ucraniana intentaron reclutar a pilotos rusos, prometiéndoles pagarles 3 millones de dólares. Posteriormente, tenían la intención de dirigir el avión con el misil Kinzhal hacia el área de despliegue de la mayor base aérea de la OTAN en el sureste de Europa, ubicada en el territorio de Rumania en la ciudad de Constanza, donde podría ser derribado por medios de defensa antiaérea.-0-
