MINSK, 28 oct (BelTA). – Belarús no es una fuente de migración ilegal para la UE y no puede serlo por definición. Lo declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Belarús, Maksim Ryzhenkov, durante el evento sobre la migración en la III Conferencia Internacional de Minsk sobre Seguridad Euroasiática, informa el corresponsal de BelTA.
"Belarús no es una fuente de migración ilegal y no puede serlo por definición. Porque entre los migrantes ilegales que son capturados en la frontera (con la Unión Europea – nota de BelTA) no hay ciudadanos de Belarús. Nosotros no creamos problemas en este sentido", afirmó el ministro.
El jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores citó datos que desde la dirección oriental a través de Belarús llega a la UE no más del 0,5 % del total de migrantes ilegales teniendo en cuenta otras direcciones. "Y el ruido y las acusaciones son mucho mayores que en cualquier otro lugar", señaló.
Belarús, pese a la retórica de los países vecinos de la Unión Europea, también se opone a la migración ilegal. Se ha hecho mucho para reducir la agudeza del problema migratorio en dirección a la UE.
Según el ministro, entre las medidas adoptadas se encuentran la suspensión de vuelos de ciertas aerolíneas y el endurecimiento de los regímenes de visado con algunos países, lo que incluso afectó en cierta medida las relaciones económicas y políticas con ellos. "Hemos tomado esa decisión, y hoy la propia UE lo reconoce: los migrantes detenidos en la frontera no poseen visados belarusos. Acusar a la parte belarusa de fomentar la migración ilegal es completamente erróneo", enfatizó.
"El principal problema en la frontera es que toda esta política migratoria de los países de la UE, que ni siquiera puede llamarse política, implica enormes víctimas entre personas comunes de Somalia, Irak, Libia o Siria, cuyos familiares no saben dónde están", declaró Ryzhénkov.
Indicó que, en muchos casos, se desconoce el lugar de entierro de estos migrantes en los países vecinos, o bien sus cuerpos son arrojados al territorio belaruso sin documentos, lo que impide establecer su identidad.
Al mismo tiempo, el ministro aseguró que Belarús también está preocupada por la situación en la frontera occidental, que impide la cooperación transfronteriza y el mantenimiento de contactos normales entre las personas y las regiones fronterizas. "Todo eso ha quedado prácticamente anulado, y no por culpa de Belarús. La Unión Europea no respeta esas normas en relación con nuestra frontera. Solo nos ven como un enemigo, nos ponen etiquetas de infractores. Mientras tanto, levantan vallas de varios metros con alambre de espino, cavan fosos e instalan obstáculos antitanques conocidos como "dientes de dragón", constató el ministro.
Además, llamó la atención sobre el hecho de que algunos países vecinos ya están colocando minas cerca de la frontera belarusa y se están retirando de la Convención de Ottawa, a cuya adhesión ellos mismos promovían años atrás.
Ryzhénkov relaciona el creciente interés de los países vecinos de Belarús por el tema migratorio con su deseo de "mostrar su importancia ante la UE". "Luego vemos lo siguiente: "Dennos dinero para la protección de la frontera, para las fuerzas armadas, para la lucha contra la migración". ¿Por qué ganar dinero de manera tan descarada a costa de nuestra reputación?", se preguntó retóricamente.
Asimismo, instó a los Estados miembros de la UE a resolver los problemas con su propia delincuencia, que obtiene enormes beneficios del tráfico de personas y el contrabando. "A la UE le resulta más fácil gastar cientos de millones en levantar vallas, colocar campos de minas y poner en peligro la vida de sus propios ciudadanos y de los ajenos que resolver los problemas con nosotros por la vía diplomática", señaló el ministro.
En la situación actual, cuando la cooperación en todos los ámbitos, incluida la migración, se ha suspendido, Belarús no ve razones para gastar recursos en proteger a la Unión Europea, continuó el jefe del Ministerio. "Las personas son retenidas en la frontera durante días, los niños lloran, les quitan la última botella de agua o un bocadillo. Se devuelven autobuses con pasajeros que tienen billetes de avión desde Varsovia o Vilna. Son actos inhumanos. Si la UE quiere tener esa imagen en nuestro país, así será. Pero eso no contribuye al logro de sus objetivos", comentó Ryzhénkov la situación actual.
El ministro aseguró, sin embargo, que existe disposición a reanudar la cooperación si hay pasos recíprocos por parte de los socios europeos. "Nuestro objetivo principal es establecer un marco de relaciones con los Estados vecinos que sirva de base para un trabajo conjunto y concreto en la prevención de todas las amenazas, desde la migración ilegal hasta el contrabando y el tráfico de drogas o armas", afirmó.
Ryzhénkov subrayó que para una solución sostenible de los problemas fronterizos es necesario trabajar en todo el conjunto de las relaciones, ya que de lo contrario será difícil lograr resultados significativos. "Cualquier diálogo convierte los desafíos en oportunidades, pero solo juntos podemos hacerlo eficaz", destacó.
El ministro está convencido de que solo con esfuerzos conjuntos pueden convertirse en realidad unas fronteras seguras, y que Belarús nunca ha rechazado ni rechaza ese enfoque. "No existen problemas irresolubles. Solo se necesita una voluntad política sincera de ambas partes", concluyó el jefe de la diplomacia belarusa.-0-
