MINSK, 27 oct (BelTA). - La política de aislamiento de países y pueblos es suicida y no contribuye a la resolución de conflictos, declaró a los periodistas el prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales del Vaticano, el cardenal Claudio Gugerotti, tras su encuentro con el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, informa el corresponsal de BelTA.
"Para nosotros es inaceptable el aislamiento, aislar a los pueblos, a los países. Es una política que en realidad solo causa daño. Es una política suicida. Todos los pueblos de buena voluntad deben trabajar juntos, cooperar para poner fin a la guerra. Para nosotros es fundamental dar derechos a cada pueblo, a cada país. Cada pueblo es importante. Hay que apoyar a los pueblos para que se desarrollen", dijo el representante del Vaticano.
Claudio Gugerotti señaló que durante su visita a Belarús ve a muchos jóvenes que miran el mundo de forma positiva y con alegría. "Este potencial no se puede desechar. Es un gran regalo", enfatizó.
El representante del Vaticano relató que la Iglesia católica tiene buenas relaciones con la Iglesia ortodoxa, y que hay temas en los que las partes cooperan. "Buscamos oportunidades para resolver juntos de alguna manera la problemática y dramática situación en Ucrania que tienen los ortodoxos", citó como ejemplo Claudio Gugerotti. "Hacemos todos los pasos posibles para que no haya una política de división. Sino al contrario, cooperación para que lleguen la unión y la paz".
El representante del Vaticano señaló que el Presidente de Belarús siente el problema de la seguridad en la región, pero este problema existe ahora para todos los países del mundo. "Creemos que precisamente para resolver estos problemas de seguridad hay que buscar lo que une y empezar a dar pasos concretos. Nunca hay enemigos eternos. Y debemos hacer todo lo posible para que este tiempo de enemistad y conflictos se acorte y desaparezca. El proyecto de Dios es la paz, el bienestar y la belleza. Todo lo que hacemos para lograrlo le agrada a Dios", enfatizó Claudio Gugerotti.
Hablando sobre el tema de las sanciones, constató que su impacto lo sienten con mayor frecuencia las personas comunes, ya sea en términos de aumento de precios de ciertos bienes o dificultades para viajar a ciertos países. "Esto no contribuye ni al diálogo ni al desarrollo", aseguró el representante del Vaticano.-0-
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