Foto de austria.mfa.gov.by
MINSK, 27 nov (BelTA). – La creciente brecha entre países desarrollados y en desarrollo en el campo de la agroeconomía y la seguridad alimentaria requiere una cooperación internacional sin obstáculos. Lo declaró el representante permanente de Belarús ante las organizaciones internacionales en Viena, Andréi Dapkiunas, que intervino con una declaración conjunta en nombre de los Estados afines condenando la práctica de medidas coercitivas unilaterales en la 52ª sesión de la Junta de Desarrollo Industrial de la ONUDI, informaron a BelTA en la misión permanente de Belarús en Viena.
“En este sentido, la transferencia de tecnología, el desarrollo de capacidades, el apoyo material y la asistencia técnica desempeñan un papel crucial para garantizar el desarrollo sostenible. La situación se ve exacerbada por el impacto de las medidas coercitivas unilaterales aplicadas por algunos Estados y organizaciones regionales sin el permiso del órgano pertinente de la ONU, así como debido al excesivo cumplimiento de tales medidas por parte de las empresas y otras partes interesadas. En particular, expresamos nuestra grave preocupación por el hecho que estas medidas coercitivas unilaterales ilegítimas e ilegales y las restricciones comerciales, contrarias a las normas pertinentes de la OMC y otras normas comerciales multilaterales, afectan directamente a los flujos comerciales y crean dificultades adicionales a los Estados en sus esfuerzos por eliminar el hambre y todas las formas de malnutrición y garantizar la seguridad alimentaria”, cita la declaración.
El documento también afirma que las medidas coercitivas unilaterales impiden la financiación de transacciones de los principales países agrícolas y la puesta en marcha de proyectos conjuntos bajo los auspicios de las organizaciones internacionales pertinentes, así como proyectos bilaterales relacionados con la seguridad alimentaria y destinados a apoyar a los necesitados. Entre ellas se encuentran la prohibición de aceptar cargamentos agrícolas en los puertos de determinados Estados, así como de contratar seguros de transporte, adquirir y garantizar maquinaria agrícola y piezas de repuesto. También incluye la prohibición de importar ciertos tipos de fertilizantes por parte de algunos Estados, así como la prohibición de prestar servicios de tránsito a otros Estados para la entrega de equipos y componentes para su producción.
Los autores de la declaración expresaron su grave preocupación y su rechazo categórico a las medidas coercitivas unilaterales y las calificaron de ilegítimas e ilegales. La declaración señala que las medidas coercitivas unilaterales con aplicación extraterritorial no tienen precedentes y constituyen una violación significativa del derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas.
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