REGIÓN DE MINSK, 8 ene (BelTA). – El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, visitó la Iglesia del Santo Profeta Juan Bautista en la agrociudad de Shershuny de la región de Minsk el 7 de enero, informa BelTA.
Tradicionalmente, el Jefe de Estado encendió una vela navideña en el templo, conversó con representantes del clero y feligreses.
Aleksandr Lukashenko recordó que, en 2020, cuando acudió a la inauguración de esta iglesia, los feligreses locales le invitaron a visitar de nuevo este templo. “Se lo prometí, por eso vine a visitarles hoy. Vine a felicitarles en mi propio nombre desde este templo luminoso y acogedor a todos ustedes y a todos nuestros belarusos, a nuestros invitados, a todos los que me escuchen, por la fiesta más hermosa – la Navidad”, dijo.
El mandatario dio las gracias al Metropolitano de Minsk y Zaslavl, Veniamín, Exarca Patriarcal de toda la Belarús, y a todos los clérigos por las obras que realizan en nombre del pueblo belaruso, del Estado, de la Iglesia y de la vida de los belarusos. “En general, están realizando una gran obra. Por supuesto, también este año tendrán que esforzarse mucho para que el Año de la Calidad sea una realidad para cada persona. Pero nuestros clérigos merecen respeto y gratitud por lo que hacen”, subrayó Aleksandr Lukashenko.
Dirigiéndose a los feligreses y residentes de Belarús, el Jefe de Estado les deseó ante todo salud, ya que todo lo demás puede conseguirse con el propio trabajo. “Tenemos suficientes sesos. También tenemos suficientes personas amables y trabajadoras. Así que os deseo salud, felicidad. Y lo que es más importante: alegría por sus hijos. Que estén siempre sanos y sean siempre una alegría para ustedes. ¡Feliz Navidad!”
El estadista regaló a la iglesia el icono de la Madre de Dios “Derzhávnaya”. La obra está realizada en el estilo tradicional de la escuela belarusa de pintura de iconos, en la singular técnica del temple a la cera.
El Presidente recibió un icono de San Nicolás el Maravilloso. Se trata de uno de los santos más venerados.
El metropolitano Veniamín, por su parte, señaló que la fiesta de Navidad es una fiesta alegre y solemne, pero al mismo tiempo misteriosa en la vida de toda la humanidad. “Dios concede a los hombres sus grandes y ricas gracias. A toda la humanidad. Vino para salvar a todo el género humano. Nosotros, en el Año de la Calidad, no tenemos más que recurrir a estos dones divinos. Por supuesto, debemos trabajar, hacer que todo sea de alta calidad. Y no sólo a nivel industrial, sino también en la esfera espiritual, esforzarnos para dar buenos frutos”, dijo.
En su mensaje de felicitación a los cristianos ortodoxos de Belarús, el Presidente subrayó que la luminosa fiesta de Navidad da a los creyentes la esperanza de la salvación espiritual, enseña el amor sin límites y el sacrificio por el prójimo.
“La compasión y el cuidado cristianos, la sencillez y la benevolencia son desde hace mucho tiempo patrimonio cultural del pueblo belaruso. Abrimos nuestros corazones a los que vienen en son de paz, y nosotros mismos estamos dispuestos a compartir pan y cobijo con los necesitados”, cita el mensaje de felicitación. -0-
