MINSK, 15 nov (BelTA). - Los vecinos occidentales de Belarús no están dispuestos a resolver los problemas acumulados en el ámbito de la migración ilegal, lo afirmó el Secretario de Estado del Consejo de Seguridad de Belarús, Aleksandr Volfóvich, en una conferencia internacional en Minsk sobre la migración ilegal, informa el corresponsal de BelTA.
“Los vecinos occidentales no están dispuestos a resolver conjuntamente los problemas acumulados en este ámbito. Ven alternativas para salir de esta situación en la construcción de vallas, con cuya ayuda esperan detener el flujo de refugiados y migrantes. La política migratoria egocéntrica de Polonia y los estados bálticos también ha provocado una violencia sin precedentes contra los migrantes justo en la frontera. Por desgracia, los diplomáticos de los países vecinos con Belarús, como Polonia y los estados bálticos, que últimamente gritan cada vez más acusando a nuestro país de crear una migración ilegal, no están presentes aquí”, comentó el Secretario de Estado.
Por su parte Belarús está haciendo todo lo posible para reducir la gravedad de este problema, pero el efecto real sólo es posible en estrecha cooperación con los países vecinos y la comunidad mundial en su conjunto.
“El mundo se está convirtiendo gradualmente en un campo de pruebas para la confrontación global. No queda ningún ámbito de la seguridad internacional y regional sin enfrentamientos y tensiones. Y sufren de eso millones de ciudadanos ordinarios, que se ven obligados a abandonar sus hogares y países en busca de una vida mejor en el extranjero. La migración ilegal ha pasado hace tiempo de ser una cuestión menor a convertirse en un problema global”, subrayó Aleksandr Volfóvich.
Las condiciones para el crecimiento de la migración ilegal son la creciente desigualdad económica entre países, el agravamiento de las contradicciones interétnicas e interconfesionales y la escalada de la tensión política. El problema se agrava por las políticas inadecuadas de unos países y, a veces, por la indiferencia de las organizaciones internacionales. Además, existen riesgos asociados al tráfico de drogas, el contrabando de armas, la trata de seres humanos, el extremismo y el terrorismo.
Aleksandr Volfóvich señaló que las sanciones occidentales contra Belarús no contribuyen a una labor conjunta eficaz en este ámbito. “Estamos convencidos de que la situación actual exige la formación de un sistema más eficaz y transparente de resolución de todo el complejo de problemas de migración ilegal en la región euroasiática”, agregó. Dicho sistema debería basarse en el derecho internacional y sus instituciones.
El Secretario de Estado del Consejo de Seguridad se dirigió a sus colegas de Polonia, los países bálticos y otros estados europeos: “Belarús está abierta al diálogo sobre toda la gama de cuestiones relacionadas con la seguridad regional e internacional”.-0-