MINSK, 11 dic (BelTA). - La evaluación legal de las acciones de los criminales nazis en el territorio de Belarús durante la Gran Guerra Patria no es solo un derecho, sino una obligación y un deber de nuestro país para preservar la memoria histórica y proteger la soberanía, lo afirmó el secretario de Estado del Consejo de Seguridad, Aleksandr Volfóvich, en la conferencia científica y práctica internacional, dedicada al 77º aniversario de la adopción de la Convención de la ONU para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, informa el corresponsal de BelTA.
La Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 contribuyó a definir el genocidio como el crimen más grave contra la humanidad. "Sin embargo, hoy, lamentablemente, nos enfrentamos a intentos de reescribir, distorsionar la historia de la Gran Victoria sobre el fascismo. Se están haciendo intentos de blanquear a los criminales nazis y sus cómplices incluso en aquellos países cuyos pueblos experimentaron el fascismo como su propia historia y que no tuvieron la oportunidad no solo de desarrollarse, sino también de existir en caso de la victoria del fascismo", señaló Aleksandr Volfóvich.
"La falsificación, la distorsión de la historia tienen un potencial destructivo y abren un amplio espectro de oportunidades para desestabilizar el sistema político del Estado. Por lo tanto, el problema de la protección de la memoria histórica en los últimos años adquiere una relevancia especial, relacionada con nuevos desafíos y amenazas basadas en la presión externa y los ataques de información a nuestro país", dijo Aleksandr Volfóvich. "En el concepto actualizado de seguridad nacional de Belarús, la protección de la memoria histórica se ha adoptado como un interés nacional estratégico. Y la distorsión de la verdad y la memoria históricas se ha clasificado como las principales amenazas a la seguridad nacional. La disposición sobre la inadmisibilidad de la falsificación de la historia está consagrada en la Ley Fundamental de Belarús, lo que se convirtió en un paso importante para la formación de la autoconciencia nacional sobre la base de la continuidad de las generaciones".
Aleksandr Volfóvich está seguro de que los crímenes cometidos, actualmente calificados como genocidio, no solo deben recordarse, sino también hablarse, y se deben detener resueltamente los intentos de distorsionar los acontecimientos históricos. También agregó que la Fiscalía General, junto con sus colegas, está llevando a cabo un trabajo a gran escala y sistemático para identificar a las personas involucradas en los crímenes. "La investigación del genocidio del pueblo belaruso tiene como objetivo garantizar el principio de inevitabilidad, responsabilidad y justicia. Y, sin duda, es un tributo a la memoria de los ciudadanos de nuestro país que murieron y fueron aniquilados. La evaluación legal de las acciones de los criminales nazis en el territorio de Belarús durante la Gran Guerra Patria como genocidio no es solo un derecho, sino una obligación y un deber de nuestro país para preservar la memoria histórica y proteger la soberanía. Para los belarusos, que perdieron a uno de cada tres habitantes en la guerra, la preservación de la historia es una tarea estratégica", agregó Aleksandr Volfóvich.-0-
