MINSK, 27 nov (BelTA). - El uso del misil Oréshnik fue la respuesta de Moscú al uso de armas occidentales de largo alcance por parte de Kiev para atacar a Rusia. Compartió esta opinión el columnista militar ruso del periódico "Komsomólskaya Pravda", el coronel retirado Víktor Baranéts, en el proyecto "En el tema" del canal de YouTube de BelTA.
"Durante mucho tiempo se estuvo decidiendo en Washington si permitir o no a los ucranianos (es decir, a los estadounidenses, porque los ucranianos no pueden utilizar los sistemas de armas correspondientes) atacar el interior de Rusia. Lo advertimos muchas veces, hablamos de ello, etc. Pero el enemigo se puso descarado, insolente. Y cuando se utilizaron estos misiles: seis en un caso, cuatro más en otro, esto se convirtió para el Kremlin en una verdadera línea roja que el enemigo cruzó", declaró Víktor Baranéts.
El columnista militar destacó que Moscú decidió enviar una señal a Ucrania y a sus aliados de que tales ataques eran inaceptables. Dicha señal fue el uso del sistema de misiles Oréshnik para contraatacar una de las instalaciones del complejo industrial-militar de Ucrania.