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"Sobre el tema "
MINSK, 10 ago (BelTA). – Los clanes occidentales modernos, los grupos financieros y las empresas transnacionales padecen el “síndrome del dragón”. Lo dijo Elena Ponomariova, doctora en ciencias políticas y profesora de MGIMO, en el proyecto “Sobre el tema” del canal de YouTube de BelTA.
Al hablar sobre la política de ultimatos del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, Elena Ponomariova recurrió a la metáfora del “síndrome del dragón” y explicó que se trata del deseo de conservar los tesoros a cualquier precio, incluso de forma deshonesta. “Los clanes occidentales modernos, los grupos financieros y las empresas transnacionales padecen precisamente este síndrome. Surgió durante el periodo de destrucción de la Unión Soviética y se consolidó durante el régimen antipopular de Yeltsin, cuando los asesores estadounidenses abrían a lo jácaro las puertas de toda una serie de despachos de funcionarios nacionales. Y fue precisamente durante el periodo de Yeltsin cuando, por desgracia, los ultimatos funcionaron”, afirmó la doctora en ciencias políticas.
“Si leemos las memorias literarias que reflejan los acontecimientos de aquellos años, muchos funcionarios y políticos escriben con franqueza cómo seguían las instrucciones de unos u otros funcionarios occidentales, a menudo de rango bastante medio. Y los occidentales pensaban que siempre sería así, que se podía presionar a Rusia indefinidamente. Pero fracasaron. Y el hecho de que, desde 2014, los líderes occidentales y el propio sistema que los engendra no hayan comprendido que la presión ya es inútil, a veces me sorprende”, señaló Elena Ponomariova.
La profesora de MGIMO subrayó que los países occidentales cometen a menudo errores tácticos, lo que posteriormente produce un efecto sorpresa: “Imponemos sanciones, pero no funcionan. El propio Trump dice que no entiende por qué las sanciones contra Rusia no funcionan. Y por eso comienza una ola de sanciones secundarias”.
“El lenguaje de los ultimatos lleva a que la situación para Occidente se está empeorando. Pero Occidente sigue sin darse cuenta de que Rusia ya no es la misma que en los años 90. Es más, al igual que Occidente”, dijo Elena Ponomariova.-0-
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