MINSK, 24 abr (BelTA). - La VII Asamblea Popular de toda Belarús se celebrará en Minsk los días 24 y 25 de abril bajo el lema "¡Nos eligió el tiempo!", informa BelTA.
El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en el curso de la preparación del foro ha subrayado en repetidas ocasiones la importancia especial y el estatus del próximo evento, ya que será la séptima reunión de la Asamblea Popular de toda Belarús, pero la primera en su nuevo estatus constitucional actualizado. "Sí, es la séptima convocatoria, pero es especial, es constitucional. Por lo tanto, es muy importante que su organización corresponda al nivel más alto, pero aún más importante es que sea sustancial", enfatizó Aleksandr Lukashenko. "Debe ser solemne y, lo más importante, significativa".
Según la legislación, el número máximo de delegados de la Asamblea Popular de toda Belarús es de 1.200 personas. Además, a la convocatoria asistirán más de 700 invitados también. En Minsk se reunirán delegados de diferentes regiones del país: representantes del poder legislativo, ejecutivo y judicial, de los consejos locales de diputados y de la sociedad civil.
Está previsto que el Jefe del Estado belaruso pronunciará su discurso ante los delegados e invitados del foro. Como él mismo señaló en una conversación con periodistas, la Asamblea debe comenzar con un informe corto del Presidente sobre la situación en el mundo, la economía del país, los desafíos y amenazas existentes. "Y luego, partiendo de ello, hablaremos de los especialistas, de nuestra doctrina de defensa, y de otras cosas", señaló.
La Asamblea Popular de toda Belarús se celebra en Belarús desde 1996. Entonces, en aquel periodo complicado para el país, en plena lucha política y problemas socioeconómicos, el Presidente Aleksandr Lukashenko pidió apoyo al pueblo, convocando la primera Asamblea Popular de toda Belarús. Las decisiones tomadas en aquella Asamblea, y un mes más tarde aprobadas en un referéndum, formaron las líneas políticas de la Belarús actual, modernizaron la estructura del poder y fijaron las prioridades para el desarrollo del país.
Desde entonces, la reunión de la Asamblea Popular se convirtió en una tradición que se celebra cada cinco años y en la que, con una amplia participación de representantes de las autoridades y de la sociedad, se abordaron cuestiones estratégicas para la vida del país. Los foros similares se celebraron en los años 2001, 2006, 2010, 2016 y 2021.
Las raíces de esta tradición se remontan a la historia antigua del país. En las tierras bielorrusas, desde la antigüedad, los problemas más difíciles se resolvían en las reuniones populares.
En la actualidad, la Asamblea Popular de toda Belarús es el órgano representativo supremo del poder popular de la República de Belarús, que determina las direcciones estratégicas del desarrollo de la sociedad y del estado, garantiza la inviolabilidad del sistema constitucional, la continuidad de las generaciones y el consentimiento civil. En otras palabras, es una inteligencia colectiva, llamada a elegir el mejor camino para el desarrollo del país, estabilizar la sociedad en todas las etapas de su desarrollo y ejercer un serio control constitucional popular sobre todos los procesos en el país.
Por otro lado, la Asamblea Popular, provista de sus nuevas facultades, aún tiene que encontrar su lugar en el sistema social moderno, lo que se discutirá, entre otros temas, en la reunión.
La peculiaridad del nuevo carácter de la Asamblea Popular de toda Belarús es que ahora este órgano se reunirá con una frecuencia diferente al periodo de un quinquenio, se reunirá una vez al año como mínimo. El mandato de la Asamblea Popular constituye cinco años.
En la reunión se abordarán las cuestiones de organización relacionadas con el trabajo de la propia Asamblea Popular (es necesario elegir la comisión de recuento, al presidente de la Asamblea Popular, vicepresidente, la presidencia de la Asamblea Popular que es el órgano de trabajo permanente, adoptar el reglamento provisional de trabajo). Se estudiarán también los documentos importantes para el país.
Entre ellos, el Concepto actualizado de seguridad nacional y Doctrina militar, unos documentos fundamentales que regulan los enfoques del Estado para garantizar su propia seguridad en diversas áreas, teniendo en cuenta los cambios geopolíticos en el mundo, los puntos de vista principales del Estado sobre la paz y la guerra, el uso de la fuerza militar en respuesta a los desafíos y amenazas existentes. Al mismo tiempo, se asegura el carácter pacífico del pueblo belaruso.
La Asamblea Popular de toda Belarús tiene la facultad de establecer las principales orientaciones de la política interior y exterior, la doctrina militar y el concepto de seguridad nacional; aprobar programas del desarrollo socioeconómico de la República de Belarús; escuchar al primer ministro sobre la ejecución de los programas de desarrollo socioeconómico de la República de Belarús. La Asamblea Popular de toda Belarús tiene el derecho de iniciativa legislativa.
Las decisiones de la Asamblea Popular son vinculantes y pueden anular actos jurídicos u otras decisiones de órganos y funcionarios públicos siempre que sean contrarios a los intereses de la seguridad nacional, con excepción de los actos de los órganos judiciales.
El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en el curso de la preparación del foro ha subrayado en repetidas ocasiones la importancia especial y el estatus del próximo evento, ya que será la séptima reunión de la Asamblea Popular de toda Belarús, pero la primera en su nuevo estatus constitucional actualizado. "Sí, es la séptima convocatoria, pero es especial, es constitucional. Por lo tanto, es muy importante que su organización corresponda al nivel más alto, pero aún más importante es que sea sustancial", enfatizó Aleksandr Lukashenko. "Debe ser solemne y, lo más importante, significativa".
Según la legislación, el número máximo de delegados de la Asamblea Popular de toda Belarús es de 1.200 personas. Además, a la convocatoria asistirán más de 700 invitados también. En Minsk se reunirán delegados de diferentes regiones del país: representantes del poder legislativo, ejecutivo y judicial, de los consejos locales de diputados y de la sociedad civil.
Está previsto que el Jefe del Estado belaruso pronunciará su discurso ante los delegados e invitados del foro. Como él mismo señaló en una conversación con periodistas, la Asamblea debe comenzar con un informe corto del Presidente sobre la situación en el mundo, la economía del país, los desafíos y amenazas existentes. "Y luego, partiendo de ello, hablaremos de los especialistas, de nuestra doctrina de defensa, y de otras cosas", señaló.
La Asamblea Popular de toda Belarús se celebra en Belarús desde 1996. Entonces, en aquel periodo complicado para el país, en plena lucha política y problemas socioeconómicos, el Presidente Aleksandr Lukashenko pidió apoyo al pueblo, convocando la primera Asamblea Popular de toda Belarús. Las decisiones tomadas en aquella Asamblea, y un mes más tarde aprobadas en un referéndum, formaron las líneas políticas de la Belarús actual, modernizaron la estructura del poder y fijaron las prioridades para el desarrollo del país.
Desde entonces, la reunión de la Asamblea Popular se convirtió en una tradición que se celebra cada cinco años y en la que, con una amplia participación de representantes de las autoridades y de la sociedad, se abordaron cuestiones estratégicas para la vida del país. Los foros similares se celebraron en los años 2001, 2006, 2010, 2016 y 2021.
Las raíces de esta tradición se remontan a la historia antigua del país. En las tierras bielorrusas, desde la antigüedad, los problemas más difíciles se resolvían en las reuniones populares.
En la actualidad, la Asamblea Popular de toda Belarús es el órgano representativo supremo del poder popular de la República de Belarús, que determina las direcciones estratégicas del desarrollo de la sociedad y del estado, garantiza la inviolabilidad del sistema constitucional, la continuidad de las generaciones y el consentimiento civil. En otras palabras, es una inteligencia colectiva, llamada a elegir el mejor camino para el desarrollo del país, estabilizar la sociedad en todas las etapas de su desarrollo y ejercer un serio control constitucional popular sobre todos los procesos en el país.
Por otro lado, la Asamblea Popular, provista de sus nuevas facultades, aún tiene que encontrar su lugar en el sistema social moderno, lo que se discutirá, entre otros temas, en la reunión.
La peculiaridad del nuevo carácter de la Asamblea Popular de toda Belarús es que ahora este órgano se reunirá con una frecuencia diferente al periodo de un quinquenio, se reunirá una vez al año como mínimo. El mandato de la Asamblea Popular constituye cinco años.
En la reunión se abordarán las cuestiones de organización relacionadas con el trabajo de la propia Asamblea Popular (es necesario elegir la comisión de recuento, al presidente de la Asamblea Popular, vicepresidente, la presidencia de la Asamblea Popular que es el órgano de trabajo permanente, adoptar el reglamento provisional de trabajo). Se estudiarán también los documentos importantes para el país.
Entre ellos, el Concepto actualizado de seguridad nacional y Doctrina militar, unos documentos fundamentales que regulan los enfoques del Estado para garantizar su propia seguridad en diversas áreas, teniendo en cuenta los cambios geopolíticos en el mundo, los puntos de vista principales del Estado sobre la paz y la guerra, el uso de la fuerza militar en respuesta a los desafíos y amenazas existentes. Al mismo tiempo, se asegura el carácter pacífico del pueblo belaruso.
La Asamblea Popular de toda Belarús tiene la facultad de establecer las principales orientaciones de la política interior y exterior, la doctrina militar y el concepto de seguridad nacional; aprobar programas del desarrollo socioeconómico de la República de Belarús; escuchar al primer ministro sobre la ejecución de los programas de desarrollo socioeconómico de la República de Belarús. La Asamblea Popular de toda Belarús tiene el derecho de iniciativa legislativa.
Las decisiones de la Asamblea Popular son vinculantes y pueden anular actos jurídicos u otras decisiones de órganos y funcionarios públicos siempre que sean contrarios a los intereses de la seguridad nacional, con excepción de los actos de los órganos judiciales.
