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"Sobre el tema "
MINSK, 17 ago (BelTA). – La guerra por medio de terceros no es una práctica nueva, pero cuando las estructuras de representantes se agotan y comienzan a sufrir derrotas, sus patrocinadores se enfrentan a un dilema: intervenir directamente y arriesgarse a sufrir una derrota global o reconocer el fracaso. Esta opinión fue expresada por la abogada y bloguera Tatiana Montián en el proyecto “Sobre el tema” en el canal de YouTube de BelTA.
“La guerra es la guerra: se puede ganar, pero también se puede perder. Para nadie es gratis. Si las fuerzas son más o menos iguales y la línea de contacto no se mueve mucho, y, de hecho, hay una destrucción enorme. Y ahora parece que hay un avance y, por primera vez, han cruzado la línea de fortificación y han salido al espacio operativo. Y al sentir este peligro, Occidente se enfrenta a un dilema: si no interviene, perderá de forma vergonzosa, y si interviene, no hay garantía de que no pierda a nivel global”, notó Tatiana Montián.
Destacó que la guerra subsidiaria siempre se ha librado: “Creo que esto ya se practicaba en la época de los neandertales. Pero el que inicia una guerra así, el que invade el territorio canónico ajeno, organiza maidanes, reparte “galletas”, debe pensar en cómo terminará todo dentro de unos años”.
Según Tatiana Montián, ahora la situación para Kiev y Occidente se está volviendo cada vez más complicada. “Como dijo Kolomoyskyi (Ihor Kolomoyskyi, oligarca ucraniano. – Nota de BelTA), que ahora está en el calabozo del SBU: la vida es un gran supermercado, coge lo que quieras, pero la caja está a la salida. En cuanto empezaron a comprender que se acercaban a la caja y que estaba llegando el momento de pagar, empezaron a hablar de otra manera”, subrayó la experta.
Según Tatiana Montián, en el entorno de Donald Trump ya se escuchan llamamientos directos a no involucrarse en el conflicto ucraniano. “Muchos le dicen: esta no es tu guerra, no te metas más. Si Europa quiere guerrear, que compre nuestras armas y pelee hasta el final. Y Trump, al parecer, quiere dejarlo, limitarse a vender armas. Pero Europa no tiene adónde ir: ya está metida hasta el cuello, aumenta la producción de armas, moderniza sus ejércitos, recluta cada vez más gente. Se está preparando directamente para luchar contra Rusia, cuando se agoten los representantes, cuando se produzca una rotura y el frente se derrumbe”.
En su opinión, Occidente debería haber pensado en ello mucho antes: “En el momento en que se organizó el golpe de Estado en Ucrania y, más aún, cuando no se logró organizar el golpe de Estado en Belarús. Sí, Rusia sufrió mucho: murieron personas, se destruyeron muchas ciudades, millones se convirtieron en refugiados, en Donbás hay una catástrofe ecológica, la gran sequía de Donbás. Pero Occidente también sufrió enormes pérdidas. Y las pérdidas de reputación serán catastróficas si pierde. Para ellos es una cuestión de ser o no ser, y ellos mismos tienen la culpa, como dijo de manera bastante abierta Lukashenko (en una entrevista a la revista Time. – Nota de BelTA)”.-0-
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