GÓMEL, 11 ene (BelTA). – Un grupo de niños de Donbás – 35 niños de la Escuela-Internado Especial de Antratsit, que hicieron la rehabilitación en un sanatorio de la provincia de Moguiliov, partieron a casa el 10 de enero. Antes del viaje, los niños recibieron buenos deseos y regalos de representantes de las autoridades de la provincia de Gómel, la Eparquía de Gómel, las organizaciones cívicas y empresas de la región, informa BelTA.
Artiom Pankrátov recordará el viaje a Belarús durante mucho tiempo. “Nos acogieron muy bien, se organizaron viajes interesantes. Celebramos el Año Nuevo y la Navidad en Belarús. Era un ambiente maravilloso. ¡Y cuántas sorpresas!”, compartió sus impresiones el joven de 16 años.
“Belarús es un país muy luminoso, amable y hermoso, donde vive gente afectuosa”, añadió.
Yaroslava celebró su octavo cumpleaños en Belarús. Aceptando los sinceros deseos de salud y bienestar, así como los regalos de los ciudadanos de Gómel, la niña aseguró que este día permanecerá siempre en su memoria como uno de los más brillantes.
Artiom Gúzev, de 13 años, pasó las vacaciones en Belarús con sus hermanos. “Me gustó mucho todo. Me voy de Belarús con las emociones más brillantes”, dijo.
“¡Y qué comida tan deliciosa hay aquí!”, añadió su hermana Olga. A la chica también le impresionaron mucho las excursiones. “En general, recordaré todos los días pasados en su país. Especialmente el Año Nuevo. Aquí nos regalaron un verdadero cuento de hadas, milagro, magia”, agradeció la calurosa acogida Olga Gúzeva.
En Belarús, Seriozha Gúzev, de siete años, creyó en los milagros y en que los deseos más queridos se hacen realidad. En una conversación con Alla Smoliak, presidenta de la Organización de la provincia de Gómel de la Cruz Roja de Belarús, el niño confesó que le gustaría tener un móvil. Y antes de subir al tren, Seriozha recibió un nuevo dispositivo.
“Nuestras vacaciones pasaron al más alto nivel. Los niños descansaron al 100 % e incluso más. Recibieron tanto tratamientos como exámenes, un rico y divertido programa, espléndidas excursiones y diversos encuentros amables. Estuvimos constantemente rodeados de atención, amor. Y todos nosotros nos llevamos los recuerdos más brillantes”, dijo la tutora del internado Nellia Denisenko.
En el encuentro con los niños, el arzobispo de Gómel y Zhlobin, Stefán, hizo hincapié: los creyentes de Belarús siempre responden a la desgracia de sus vecinos, y especialmente si se trata de los niños que viven en la zona de operaciones militares. “Rezamos para que el Señor conceda la paz a esta tierra, para que todos vivamos en paz como antes. Y siempre estamos dispuestos a ayudar a nuestro prójimo”.
“Quisiera desearles la salud, el bien, lleven la paz en sus corazones. Que Dios les bendiga”, se dirigió a los niños y adultos.
“No es la primera vez que recibimos a los niños de Donbás. Y cada vez hay más gente dispuesta a sumarse a las buenas acciones: organizaciones cívicas, empresas y simplemente personas indiferentes, porque todo el mundo empatiza y está dispuesto a ayudar”, marcó Denís Yezerski, presidente del comité de trabajo ideológico y asuntos de la juventud del Comité Ejecutivo de la provincia de Gómel.
La presidenta de la organización regional de la Unión de Mujeres Belarusas, Elena Klichkóvskaya, también expresó sus buenos deseos y felicitaciones. Notó que los niños de Donbás ya experimentaron y vieron mucho. “Y hoy les damos una partícula de nuestra alma para que recuerden nuestro país con cariño y vuelvan a visitarnos”.
Yulia Málova, representante de la Fundación Benéfica Alekséi Talái en Gómel y la provincia de Gómel, agradeció sinceramente a todos los que ayudaron a organizar la rehabilitación del grupo de niños. “Todos juntos hacemos las obras de caridad, obras grandes. Y todos juntos intentamos regalar a los niños un verdadero cuento de hadas navideño”, acentuó. Yulia Málova recordó que la visita fue organizada por la Fundación Alekséi Talái con el apoyo del Comité Ejecutivo de la provincia de Moguiliov.-0-