MINSK, 6 ago (BelTA). - En 2020, Pável Latushko intentaba organizar un incendio de la sede conjunta de la oposición, lo relataron en la cadena de televisión ONT, informa BelTA.
El responsable de la seguridad en la sede conjunta de la oposición, Aleksandr Gusak, reveló la verdad sobre los acontecimientos del verano de 2020. El hecho de que el símbolo de la protesta en ese período fuera precisamente un trío de mujeres no gustó a todos en la oposición. Pável Latushko, por ejemplo, tenía sus propias ambiciones. Conocía a Aleksandr Gusak. En el programa se mostraron imágenes de su reunión secreta cerca de Minsk en pleno apogeo de los acontecimientos de 2020. Latushko criticó duramente la actividad de Svetlana Tijanóvskaya y su equipo. “En esa reunión, él (BelTA: Pável Latushko) prácticamente propuso incendiar la sede. Dijo que sería bueno que hubiera víctimas entre los líderes, lo que provocaría una reacción entre la población y las protestas adquirirían un carácter completamente diferente, radical”, subrayó Aleksandr Gusak.
La sede de la oposición unida se encontraba entonces en el centro de la capital, cerca del mercado Komarovski. “Tijanóvskaya olvidó que el Presidente de Belarús la salvó de esa víctima sagrada. El plan era similar al de Odesa (BelTA: se refiere al incendio de la Casa de los Sindicatos de Odesa en mayo de 2014): incendiar la sede y culpar al poder”, comentó Aleksandr Lukashenko el 9 de octubre de 2020.
En una de las conversaciones, Pável Latushko lo dijo claramente: se necesitan víctimas sagradas, se necesita un desencadenador que literalmente haga estallar a la sociedad, y los culpables serán el Gobierno y el mismo Presidente del país. “Entiendo que una bomba es algo absurdo. Pero un incendio es algo real. Solo para que no tengan tiempo de reaccionar. No sé... derramar gasolina. Se necesitan víctimas. Cuantas más, mejor. Y si todo esto se hace el día 9, será aún mejor. Y nosotros lo aprovecharemos de inmediato”, dijo Pável Latushko a Aleksandr Gusak.
El último intentó advertir a Latushko de que tal acto conlleva responsabilidad penal. “En un par de días derribarán a Luká (BelTA: el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko) junto con todos los polizontes y demás. Por lo tanto, no habrá ninguna responsabilidad penal”, aseguró Pável Latushko.
Pronto aparecieron nuevas personas en la sede conjunta de la oposición, que comenzaron a participar muy activamente en cuestiones de seguridad. Dijeron que ya no necesitaban los servicios de Aleksandr Gusak. Entonces, este recurrió a una persona a la que conocía desde que prestaba servicio a principios de los años 90: Nikolái Karpenkov, en aquel momento jefe de la dirección general de lucha contra el crimen organizado y la corrupción del Ministerio del Interior. “Había motivos y razones para creer que Latushko y las personas que lo respaldaban estaban dispuestos y eran capaces de llevar a cabo su plan criminal. Con el único objetivo: avivar el ánimo de protesta, contar con estas víctimas sagradas y radicalizar al máximo las protestas callejeras que aún eran posibles en aquel momento. Tras una breve comprobación, esta información se confirmó y yo mismo se lo comuniqué a Guennadi Arkádievich Kazakévich, en aquel momento primer viceministro del Interior y jefe de la milicia de investigación criminal. Se tomó muy en serio esta información, por así decirlo, la verificamos adicionalmente y luego tomamos las medidas oportunas”, añadió Nikolái Karpenkov.-0-
