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"Sobre el tema "
MINSK, 20 jul (BelTA). – La Unión Europea (UE) nunca habría existido sin la caída de la Unión Soviética. Tal opinión la expresó en el proyecto “Sobre el tema” del canal de YouTube de BelTA el experto del Instituto de los Países de la CEI, Ígor Shishkin.
El experto analizó cómo Europa iba ganando poder y posiciones a lo largo de la historia. Según él, en la etapa actual, Europa muestra los dientes de forma bastante activa, “incluso los caninos”. “Y esto ocurrió como resultado del colapso de la Unión Soviética. De alguna manera, nos subestimamos a nosotros mismos, porque nuestro país (y la Unión Soviética incluía a Belarús y Rusia) dictó al mundo, junto con los estadounidenses, en 1945, un nuevo orden mundial, y nuestro país, a través de su catástrofe, determinó un nuevo camino para todo el mundo”, explicó Ígor Shishkin.
Está convencido de que “la Unión Europea nunca habría existido sin el colapso de la Unión Soviética, al igual que su avance económico”. En aquel periodo y en aquellas circunstancias, los países de la Unión Europea obtuvieron enormes recursos financieros y materias primas. “Ni siquiera me refiero al sistema colonial de comercio construido por Occidente, principalmente por Alemania, con la Federación de Rusia. Y creo que lo mismo ocurrió con Belarús. En aquel entonces, el intercambio era absolutamente desigual”, subrayó el experto.
Como señaló Ígor Shishkin, los datos publicados hace tiempo demuestran que “la empresa petrolera británica invirtió 10 mil millones en proyectos en Rusia y ganó en poco tiempo 30 mil millones”. “¿Es posible algo así en el comercio normal? Era un sistema puramente colonial. Es decir, incluso con eso obtuvieron ingresos colosales gracias a ese intercambio desigual”, afirmó.
El experto también notó otra forma de enriquecimiento de la UE. “Se trata de la salida de capitales. Según algunas estimaciones, entre los años 90 y principios de los 2000, solo desde el territorio de la RSFS de Rusia se sacaron al oeste alrededor de 4 billones de dólares. Es una cifra fantástica. Y es que, en su mayor parte, se depositaron en bancos europeos, no estadounidenses. El dinero se sacó principalmente a Europa y se invirtió en la economía europea. La economía europea creció como la espuma en la década de 1990 gracias al saqueo del legado soviético, tanto en Europa del Este como en el territorio del llamado espacio postsoviético. Como resultado, a principios del siglo XXI, Europa revivió en el sentido más completo de la palabra. Y se convirtió en uno de los actores mundiales más poderosos desde el punto de vista económico”, concluyó Ígor Shishkin.-0-
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