Foto del Comité Ejecutivo de la ciudad de Minsk
En estos días de agosto, Minsk parece haber adquirido el segundo aliento. El habitual aparcamiento de la plaza Svobody se ha convertido en un colorido mercado, con aromas de miel, especias, madera fresca y lana, con destellos de plata y el brillo en los ojos de las personas que han venido desde lejos para hablar de su tierra. Aquí no había el ajetreo de un bazar espontáneo: todo parecía más bien un viaje en el tiempo y el espacio. Los artesanos y comerciantes de la provincia de Vólogda trajeron a la capital belarusa productos de artesanía popular, deliciosos manjares y otros productos por los que es famosa su región. Los habitantes de Minsk ya han podido apreciar la feria, y los corresponsales de BelTA se han convencido de que detrás de cada producto hay una historia de personas que conservan cuidadosamente las tradiciones.-0-
Fotos del Comité Ejecutivo de la ciudad de Minsk
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