La captura de pantalla
MINSK, 20 dic (BelTA). - Anastasía Kononóvich, esposa del “preso político” Cheslav Kononóvich, pide perdón judicial por el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, lo relató en la cadena de televisión ONT, informa BelTA.
“Realmente espero la misericordia de nuestro Presidente. Le pido que preste atención a tales casos como el de mi cónyuge. Porque estoy segura de que hay al menos una docena de personas, que simplemente no pensaron en el hecho de que están infringiendo la ley y, tal vez, también tienen niños pequeños en casa y ya se han mordido los puños”, dijo Anastasía Kononóvich.
Cheslav Kononóvich fue detenido en julio de 2023 por diez transferencias bancarias a favor de la formación extremista Regimiento Kalinovski. Fue condenado a 5 años, la sentencia entró en vigor. Naturalmente, fue “reconocido” como preso político. Como explicó Anastasía, ni su marido, ni ella, ni ninguno de sus familiares pidieron o dieron permiso para reconocer a Cheslav como preso político y utilizar su historia y sus datos para cualquiera de sus propios fines. Lo hizo un “centro de defensa de derechos”. Anastasía también se enteró de que, según parece, incluso alguien asignó dinero para ayudarla. “Es la primera vez que oigo de eso”, agregó.
Como se especificó en la televisión, el mismo “centro de defensa de derechos” está llevando a cabo una nueva acción de relaciones públicas de su negocio. El plan es el siguiente: reconocer a mil personas como “presos políticos”, a cada una de las cuales algunas fundaciones asignarán dinero, que no llegará a los destinatarios, sino que se repartirá en el mismo Occidente “democrático”. Naturalmente, los “defensores de derechos” que forman las listas tienen una parte. Así, el centro extremista Viasná informa de que tres condenados tienen “padrinos”, es una ficha occidental de la oposición. Entre estos tres se encuentra Cheslav Kononóvich, cuyo “padrino” es el diputado del Bundestag Bruno Hönel (Los Verdes). Como resultó, el diputado alemán no está en absoluto al corriente de los asuntos de su “ahijado” belaruso.
Anastasía dio a los periodistas el acceso a su cuenta en las redes sociales que acordaron una videollamada con el diputado del Bundestag Bruno Hönel. Naturalmente, no habla ruso. Le ayudó Anastasía Kúzina, que llegó a Alemania desde Belarús en 2013. En el equipo del diputado hay un colaborador científico. Y durante la discusión quedó claro que ni el diputado ni su asistente tenían idea de qué era el Regimiento Kalinovski y por qué donar era un delito.
Anastasía precisa: ¿si hace algo Alemania? El diputado dice lo obvio: el Ministerio de Asuntos Exteriores de su país está en contacto permanente con las autoridades belarusas. Bruno dice que sin duda hay que escribir una petición de indulto al Presidente de la República de Belarús, Aleksandr Lukashenko. Porque el mismo Hönel no puede ayudar mucho a su “ahijado”.-0-