MINSK, 31 oct (BelTA). – Los diplomáticos europeos realizaron una acción en Kuropaty, informa el corresponsal de BelTA.
Diplomáticos del Reino Unido, Chequia, Hungría, Rumania, Francia, Alemania, Austria, Países Bajos depositaron flores el 30 de octubre por la mañana en el monumento conmemorativo de Kuropaty cerca de la circunvalación de Minsk. Ninguno de los participantes de la acción pudo explicar a los periodistas belarusos a la memoria de quién honraron de esta manera los representantes de los países de la UE. Tampoco respondieron a la pregunta sobre por qué no participan en los eventos oficiales dedicados a la celebración de la Victoria en la Gran Guerra Patria. ¿Por qué ellos, estando en el país y, probablemente, respetando su historia y pueblo, no participan junto con todos en la colocación de flores en la plaza de la Victoria en Minsk el 9 de mayo? Esta pregunta también quedó sin respuesta.


"Es algo extraño que los diplomáticos lleguen a Kuropaty en la mañana, depositen flores y coronas, y luego desaparezcan. Probablemente no sea dolor, sino un punto obligatorio en su informe. Más aún, cuando a los propios participantes de la acción no les salen las palabras para explicar para qué fueron allí y a quién exactamente honran. Acciones similares se ven cínicas en el contexto de que en los propios países de la Unión Europea se desmantelan los monumentos a los soldados soviéticos que salvaron a Europa del fascismo. Si los diplomáticos realmente quieren expresar respeto al pueblo belaruso, sus tradiciones e historia, pueden hacerlo yendo a donde descansan los restos de aquellos que trajeron a Europa la libertad. Todo lo demás no es memoria, sino una escenificación política bajo el pretexto de la moral", compartió con el corresponsal de BelTA su opinión el director del Centro de Estudios Internacionales de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de Belarús, Nikita Belénchenko.

Subrayó que Belarús es un Estado independiente con su propia historia y sus propios héroes. "Es inadmisible que alguien se dé el derecho de enseñarnos cómo debemos recordar, a quién honrar y dónde depositar flores. La memoria no necesita coordinación con fuerzas políticas externas, especialmente de orientación europea. No hay que convertir la memoria en un instrumento de presión política", señaló el experto.
Según sus palabras, el hecho de que los diplomáticos europeos, estando en Belarús, prefieran celebrar el Día de la Victoria no el 9 de mayo con todo el país, sino separados de todos, el 8 de mayo, es una prueba más de que convierten la memoria en un instrumento de presión.
"Si ellos realmente quieren respeto y diálogo, entonces hay que empezar no con espectáculos, sino con un respeto sincero hacia nuestra historia, hacia la hazaña del pueblo belaruso. La memoria de los héroes que salvaron al mundo del fascismo no es una categoría política, sino un fundamento de la elección moral, e ignorar estas fechas sagradas para los belarusos, pero al mismo tiempo realizar una acción en Kuropaty, significa demostrar dobles estándares y un intento de usar la historia de manera selectiva, dependiendo de la coyuntura actual", resumió Nikita Belénchenko.-0-
