MINSK, 17 sep (BelTA). - Hoy la República de Belarús celebra el Día de la Unidad Popular. Fue establecido el 7 de junio de 2021 por el Decreto № 206 del Jefe de Estado Aleksandr Lukashenko.
La fiesta conmemora el comienzo de la campaña de liberación por el Ejército Rojo en Belarús Occidental en 1939, gracias a la cual el pueblo belaruso, dividido bajo los términos del Tratado de Paz de Riga, se unió de nuevo.
El territorio del país en aquel entonces fue dividido entre los dos Estados como resultado de la guerra polaco-soviética de 1919-1920. En el territorio de la parte oriental del país, fue creada la República Socialista Soviética de Bielorrusia, que formaba parte de la URSS. Los territorios occidentales fueron anexionados a Polonia: una parte de la tierra fue ocupada por los polacos durante la guerra, otra parte fue entregada a Polonia de acuerdo con el Tratado de Paz de Riga, firmado el 18 de marzo del año 1921.
Polonia anexionó más de 112 mil kilómetros cuadrados con una población de 4,6 millones de personas (según el año de 1931). Para estas tierras se fijó el nombre no oficial de Bielorrusia Occidental, que las autoridades polacas no reconocieron. En los documentos oficiales, estos territorios a menudo se llamaban a la manera polaca.
El territorio anexionado era una periferia agraria relativamente atrasada de Polonia. La región fue utilizada principalmente como fuente de materias primas y mano de obra barata. La jornada laboral en la industria era de 10 a 12 horas, el salario era más bajo que en las regiones originalmente polacas. Más del 80% de la población de la provincia se dedicaba a la agricultura.
En relación con los habitantes de la región, las autoridades polacas llevaron a cabo una política de polonización y asimilación. No permitieron el uso del idioma vernáculo en las instituciones estatales, prohibieron las escuelas que impartían clases en esa lengua. De las 400 escuelas que existían en el territorio de Bielorrusia Occidental antes de la ocupación polaca, solo quedaban 16 en 1934, y ninguna en 1939. La prensa local fue duramente perseguida. Mientras que en 1927 se editaban legalmente 23 periódicos y revistas en bielorruso, en 1932 se quedaron sólo 8, y en el año 1937 sólo había publicaciones propolacas y clericales. Desaparecieron los teatros en bielorruso, no había instituciones musicales. Las autoridades encontraron varias razones para cerrar las editoriales, bibliotecas, casas de lectura para que la gente olvidara la lengua natal.
El principal método de gestión que usaba el gobierno polaco fue la coerción y, a menudo, el terror. Era común las represiones masivas de la policía contra la población durante las expediciones punitivas para pacificar las manifestaciones campesinas. A menudo se celebraban juicios políticos. Para aislar a los "elementos socialmente peligrosos" se utilizaron prisiones. En 1934, se creó el campo de concentración a través del cual pasaron, según datos incompletos, más de 10 mil prisioneros durante los 5 años de su existencia.
La fiesta conmemora el comienzo de la campaña de liberación por el Ejército Rojo en Belarús Occidental en 1939, gracias a la cual el pueblo belaruso, dividido bajo los términos del Tratado de Paz de Riga, se unió de nuevo.
El territorio del país en aquel entonces fue dividido entre los dos Estados como resultado de la guerra polaco-soviética de 1919-1920. En el territorio de la parte oriental del país, fue creada la República Socialista Soviética de Bielorrusia, que formaba parte de la URSS. Los territorios occidentales fueron anexionados a Polonia: una parte de la tierra fue ocupada por los polacos durante la guerra, otra parte fue entregada a Polonia de acuerdo con el Tratado de Paz de Riga, firmado el 18 de marzo del año 1921.
Polonia anexionó más de 112 mil kilómetros cuadrados con una población de 4,6 millones de personas (según el año de 1931). Para estas tierras se fijó el nombre no oficial de Bielorrusia Occidental, que las autoridades polacas no reconocieron. En los documentos oficiales, estos territorios a menudo se llamaban a la manera polaca.
El territorio anexionado era una periferia agraria relativamente atrasada de Polonia. La región fue utilizada principalmente como fuente de materias primas y mano de obra barata. La jornada laboral en la industria era de 10 a 12 horas, el salario era más bajo que en las regiones originalmente polacas. Más del 80% de la población de la provincia se dedicaba a la agricultura.
En relación con los habitantes de la región, las autoridades polacas llevaron a cabo una política de polonización y asimilación. No permitieron el uso del idioma vernáculo en las instituciones estatales, prohibieron las escuelas que impartían clases en esa lengua. De las 400 escuelas que existían en el territorio de Bielorrusia Occidental antes de la ocupación polaca, solo quedaban 16 en 1934, y ninguna en 1939. La prensa local fue duramente perseguida. Mientras que en 1927 se editaban legalmente 23 periódicos y revistas en bielorruso, en 1932 se quedaron sólo 8, y en el año 1937 sólo había publicaciones propolacas y clericales. Desaparecieron los teatros en bielorruso, no había instituciones musicales. Las autoridades encontraron varias razones para cerrar las editoriales, bibliotecas, casas de lectura para que la gente olvidara la lengua natal.
El principal método de gestión que usaba el gobierno polaco fue la coerción y, a menudo, el terror. Era común las represiones masivas de la policía contra la población durante las expediciones punitivas para pacificar las manifestaciones campesinas. A menudo se celebraban juicios políticos. Para aislar a los "elementos socialmente peligrosos" se utilizaron prisiones. En 1934, se creó el campo de concentración a través del cual pasaron, según datos incompletos, más de 10 mil prisioneros durante los 5 años de su existencia.
El pueblo oprimido luchó por su liberación social y nacional durante 20 años. La lucha tomó diferentes formas en diferentes momentos, pero nunca se detuvo. Eran frecuentes las manifestaciones de obreros y campesinos. Las organizaciones culturales y educativas hicieron también una contribución significativa. Durante muchos años, el Partido Comunista de Bielorrusia Occidental estuvo a la cabeza del movimiento revolucionario.
A finales de la década de 1930, la amenaza de guerra proveniente de la Alemania nazi se cierne sobre toda Europa. Para prevenirlo, se necesitaban acciones conjuntas de los principales países de Europa occidental y la URSS. La Unión Soviética hizo una serie de intentos de crear una coalición antihitleriana junto con Gran Bretaña, Francia y otros países occidentales. Sin embargo, los principales Estados europeos rechazaron tal alianza, tratando en secreto de dirigir la agresión hitleriana hacia el este. La Unión Soviética se vio obligada a continuar la confrontación individual con Alemania, que estaba ganando poder militar, o intentar alejar la amenaza por medios diplomáticos. La URSS optó por el tratado según el cual Alemania prometía no atacarla. El documento incluía un protocolo secreto adicional sobre la división de las esferas de influencia entre Alemania y la Unión Soviética. Según este documento, en el caso de la liquidación de Polonia y la división de sus territorios, la URSS obtenía las tierras de Bielorrusia Occidental.
El 1 de septiembre de 1939, la Alemania nazi atacó Polonia. Comenzó la Segunda Guerra Mundial. Las tropas alemanas cruzaron la frontera en varias direcciones y comenzaron a avanzar rápidamente hacia el interior de Polonia. Su gobierno y su comando no pudieron organizar una defensa efectiva y abandonaron el país en la tercera semana de la guerra.
A mediados de septiembre, las tropas alemanas se acercaron al territorio de Bielorrusia Occidental y Ucrania. El liderazgo alemán, refiriéndose al acuerdo de agosto 23, apresuró a la parte Soviética a oponerse rápidamente a Polonia. Pero Stalin retrasó el ataque. Sólo cuando el ejército polaco en su conjunto fue derrotado y casi todos los territorios históricamente polacos fueron ocupados por las tropas alemanas con unos puntos de resistencia aislados en el país, el gobierno soviético ordenó al comando del Ejército Rojo cruzar la frontera con el fin de no dejar a la deriva del destino a los pueblos de Ucrania y Bielorrusia Occidental que habitaban en las regiones anexionadas antes por Polonia.
Desde que el Ejército Rojo cruzó la frontera de Polonia, aquellas divisiones polacas que se componían de los ucranianos y belarusos se unían a los soldados soviéticos o se les permitía volver a sus hogares. Sin embargo, la mayor parte de las tierras de Bielorrusia Occidental daba la bienvenida a los soldados soviéticos y les ayudaba mucho. En estos territorios recuperados comenzaron a establecerse los órganos del poder nuevo que llevaron los preparativos para la votación, celebrada en octubre de 1939. En la votación fue adoptada la declaración que promulgaba el poder soviético y la anexión de Bielorrusia Occidental a la República Socialista Soviética de Bielorrusia. De esta manera se restauró la integridad territorial de la República, se unió el pueblo.
El territorio y la población de la República casi se duplicaron. En las tierras de Bielorrusia Occidental, que se convirtieron en parte de la RSSB, se formaron las regiones nuevas que se sometieron un poca más tarde a las transformaciones socioeconómicas radicales. Se nacionalizaron las empresas y los bancos, se llevó a cabo la colectivización y la mecanización de la agricultura. Unos cambios fundamentales experimentó la educación, la salud, la ciencia y la cultura. Se intensificó la labor de erradicación del analfabetismo, se crearon instituciones educativas para diversos grupos étnicos de la población: en 1941, en las regiones occidentales de la República Socialista Soviética de Bielorrusia funcionaban 4.192 escuelas bielorrusas, 987 polacas, 173 rusas, 168 judías, 63 lituanas y 43 ucranianas. Se crearon teatros, se abrieron 100 cines, 92 casas de cultura y 220 bibliotecas. En todas las ciudades regionales y centros regionales aparecieron periódicos y revistas publicados en la lengua natal. Pero el desarrollo progresivo de la economía y la esfera social de las regiones occidentales de la República fue interrumpido por el comienzo de la Gran Guerra Patria.-0-
El 1 de septiembre de 1939, la Alemania nazi atacó Polonia. Comenzó la Segunda Guerra Mundial. Las tropas alemanas cruzaron la frontera en varias direcciones y comenzaron a avanzar rápidamente hacia el interior de Polonia. Su gobierno y su comando no pudieron organizar una defensa efectiva y abandonaron el país en la tercera semana de la guerra.
A mediados de septiembre, las tropas alemanas se acercaron al territorio de Bielorrusia Occidental y Ucrania. El liderazgo alemán, refiriéndose al acuerdo de agosto 23, apresuró a la parte Soviética a oponerse rápidamente a Polonia. Pero Stalin retrasó el ataque. Sólo cuando el ejército polaco en su conjunto fue derrotado y casi todos los territorios históricamente polacos fueron ocupados por las tropas alemanas con unos puntos de resistencia aislados en el país, el gobierno soviético ordenó al comando del Ejército Rojo cruzar la frontera con el fin de no dejar a la deriva del destino a los pueblos de Ucrania y Bielorrusia Occidental que habitaban en las regiones anexionadas antes por Polonia.
Desde que el Ejército Rojo cruzó la frontera de Polonia, aquellas divisiones polacas que se componían de los ucranianos y belarusos se unían a los soldados soviéticos o se les permitía volver a sus hogares. Sin embargo, la mayor parte de las tierras de Bielorrusia Occidental daba la bienvenida a los soldados soviéticos y les ayudaba mucho. En estos territorios recuperados comenzaron a establecerse los órganos del poder nuevo que llevaron los preparativos para la votación, celebrada en octubre de 1939. En la votación fue adoptada la declaración que promulgaba el poder soviético y la anexión de Bielorrusia Occidental a la República Socialista Soviética de Bielorrusia. De esta manera se restauró la integridad territorial de la República, se unió el pueblo.
El territorio y la población de la República casi se duplicaron. En las tierras de Bielorrusia Occidental, que se convirtieron en parte de la RSSB, se formaron las regiones nuevas que se sometieron un poca más tarde a las transformaciones socioeconómicas radicales. Se nacionalizaron las empresas y los bancos, se llevó a cabo la colectivización y la mecanización de la agricultura. Unos cambios fundamentales experimentó la educación, la salud, la ciencia y la cultura. Se intensificó la labor de erradicación del analfabetismo, se crearon instituciones educativas para diversos grupos étnicos de la población: en 1941, en las regiones occidentales de la República Socialista Soviética de Bielorrusia funcionaban 4.192 escuelas bielorrusas, 987 polacas, 173 rusas, 168 judías, 63 lituanas y 43 ucranianas. Se crearon teatros, se abrieron 100 cines, 92 casas de cultura y 220 bibliotecas. En todas las ciudades regionales y centros regionales aparecieron periódicos y revistas publicados en la lengua natal. Pero el desarrollo progresivo de la economía y la esfera social de las regiones occidentales de la República fue interrumpido por el comienzo de la Gran Guerra Patria.-0-