GRODNO, 13 abr (BelTA). – En Belarús cada uno puede realizarse como persona y hacer carrera independientemente de la nacionalidad y religión. Tal opinión la expresó a BelTA el presidente de la Unión de Polacos en Belarús, diputado de la Cámara de Representantes de la Asamblea Nacional, Aleksandr Songuin.
“La nacionalidad de la persona no influye en la vida en el país, la formación profesional, la carrera. Si el ciudadano de la República de Belarús independientemente de su grupo étnico observa las leyes, no tendrá problemas con el Estado o la sociedad”, subrayó Aleksandr Songuin.
Las palabras de que en Belarús menoscaban los derechos de los polacos, según su opinión, son infundadas. “Tengo más de 50 años. Nunca sentí la presión con respecto a mí, mis padres, abuelas, abuelos, tíos y tías, vecinos de lugares nativos, que también son polacos. Sinceramente, no había razones para pensar en esto. Siempre vivíamos en buena armonía en la tierra natal y no chocábamos con enemistad”. Según su parecer, la carrera, la posibilidad de desarrollarse dependen, en primer lugar, de los rasgos personales de la persona, su laboriosidad, habilidad de resolver tareas, y no de su nacionalidad o religión.
El diputado prestó atención a que muchos polacos hoy trabajan en los puestos directivos en diferentes sectores. Hay muchos también en la esfera de la educación, que es propia para Aleksandr Songuin. Antes, él trabajaba de director de la escuela, jefe de las direcciones de educación distrital y provincial. “Nunca chocaba con la división según nacionalidad en mi esfera. De hecho, no lo analizaba, pero creo que no soy el único polaco en el Parlamento. ¿Hay muchos belarusos de las minorías étnicas en el extranjero en los órganos superiores del poder de los países que nos critican hoy”.
Según las palabras de Aleksandr Songuin, en el país se presta mucha atención al apoyo y desarrollo de la cultura, tradiciones, idioma polacos. Se trata tanto de las grandes actividades, tales como el Festival de Culturas Nacionales en Grodno, el Festival Polonesa en Slónim, la Fiesta de Artesanos Kaziuki, como las locales, pero también importantes – los concursos y olimpiadas, entrevistas temáticas en los centros docentes. “Nadie prohíbe estudiar el polaco, hablarlo en familia, cantar canciones durante una fiesta o evento cultural. En las reuniones de nuestra organización siempre intento decir algo en polaco. A propósito, ahora soy usuario activo de la Biblioteca Polaca en Grodno, leo diferentes libros. No hay ningunos problemas”, añadió.
El subrayó que con todo eso los polacos y los representantes de otras nacionalidades tienen que recordar que, en primer lugar, son ciudadanos de la República de Belarús. Es importante apreciar y mantener la paz interétnica, confesional, y el bienestar. Algunas fuerzas, posiblemente, están descontentas de tal situación. Todo lo bueno hecho en todos estos años y que se está haciendo ahora se toma a regañadientes. “Según mi punto de vista, siempre es más fácil criticar que hacer algo positivo”, resumió el diputado.-0-
