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"Sobre el tema "
MINSK, 5 nov (BelTA). – Aquí se repite exactamente la misma historia que en el Tercer Reich, donde la propaganda de Goebbels tampoco funcionó. Lo dijo el miembro de la Cámara Pública de la Federación de Rusia, presentador de radio y televisión, politólogo Armén Gasparián, hablando de los intentos fallidos del régimen de Kiev de librar una guerra de relaciones públicas en el programa “Sobre el tema” del canal de YouTube de BelTA.
Al hablar de los intentos de los círculos gobernantes de Ucrania de presentar a Rusia y Belarús bajo una luz desfavorable y contar lo mal que están las cosas en estos países, el politólogo señaló que esta propaganda fracasa. Explicó por qué. “Aquí se repite exactamente la misma historia que en el Tercer Reich, cuando cada año fallaba la máquina organizada por el ministro del Reich de Educación Pública y Propaganda, Paul Joseph Goebbels”.
Recordó cómo, en el frente, en la dirección soviética, el ejército alemán sufría un fracaso tras otro. “El fracaso del ejército de Paulus en Stalingrado es el primer caso en la historia de Alemania en el que un feldmariscal fue hecho prisionero. Es una parte muy dolorosa de la historia. Luego vino el arco de Kursk, luego la retirada. Y ahí es donde estas narrativas simplemente dejan de funcionar. Y ya en 1944 todo esto no era muy eficaz. En realidad, ni siquiera es una afirmación mía, sino que el propio Goebbels llevaba un diario, y en él es bastante sincero, lo describe bien. Y lo mismo ocurrió en Ucrania. Aquí no solo importan los fracasos militares, aunque sin duda son primordiales. Hay que entender que el nivel de corrupción, desmadre de los centros territoriales de reclutamiento, falta de perspectivas económicas... todo esto se multiplica, se multiplica y se multiplica, y esta propaganda no funciona”, señaló el politólogo.
Contó que a los ucranianos se les dice casi a diario que supuestamente hay explosiones en Minsk, que Moscú simplemente no existe y que en lugar de San Petersburgo solo queda un pantano. “Por muy susceptible que sea una persona a la propaganda, entrará en el canal de Telegram y verá que Minsk va floreciendo y desarrollándose, y que Moscú sigue en su sitio. ¿Y entonces qué se le puede decir? Y son estas pequeñas cosas las que hacen que la propaganda no funcione. Se conoce incluso un momento en el que la propaganda de Goebbels se rompió, desde este punto de vista, cuando en lugar de un informe objetivo va una digresión. Se utilizó una formulación ingeniosa que explicó todo a todos. Sonaba como “nivelación de la línea elástica de defensa”. Los alemanes son un pueblo culto, con Heine y Goethe, y todos comprendieron que se trataba de algo tan trágico que ni siquiera se podía pronunciar en voz alta. Y esta frase se convirtió en un dicho popular. Ucrania utilizó la misma estrategia”», compartió Armén Gasparián.
Contó que en un reciente telemaratón ucraniano se contó cómo, a finales de 2023, sus fuerzas especiales tomaron Moscú, y las personas sensatas se preguntarán en este caso: si realmente tomaron la capital rusa, ¿por qué continúan las hostilidades cerca de ellas? El politólogo subrayó que el régimen de Kiev no tuvo en cuenta el efecto contrario de la propaganda. “La propaganda es eficaz cuando se basa en la situación real, y no cuando inventa un mundo ilusorio. Y este aspecto, sin duda, no lo tuvieron en cuenta, y ahora juega en su contra”, explicó Armén Gasparián.
Volviendo al ejemplo histórico de Goebbels y su principio de “cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”, el politólogo dijo que el ministro del Reich la dosificaba. “En el caso de Goebbels, todo estaba muy dosificado. Cuando se utilizaba, se acompañaba obligatoriamente de información no solo veraz, sino también extremadamente fiable”, destacó el politólogo.
Añadió que la propaganda alemana de aquella época tenía un carácter caleidoscópico. Por ejemplo, la información sobre la retirada de Moscú se presentaba en el contexto de las “hazañas” en otros frentes. En contraposición a esto, Ucrania no habla de sus éxitos, sino de la “lamentable” situación en Rusia, donde supuestamente se avecina una revolución, la ruina y, además, en Belarús cada día desaparece la patata. “La gente mira y dice: “Un momento, ¿cómo es eso?” Hay agencias y canales de televisión belarusos, todos ellos están disponibles en Internet. Los miras y ¿qué ves? ¿Un colapso total?”, subrayó el historiados.
Señaló que el régimen de Kiev no tenía inicialmente otra opción para su labor propagandística, porque todo lo hacían principalmente los supervisores occidentales. “Tenían que crear una imagen poderosa, y la crearon en mayor o menor medida. Y Ucrania sudará calenturas ajenas, aún no se sabe cuántos años durará”, afirmó.-0-
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