REGIÓN DE OSHMIANY, 29 mar (BelTA). – Natalia Barabánschikova, directora del estudio musical y coral “Rapsodia”, compartió con un corresponsal de BelTA lo sucedido en la frontera con Lituania y cómo les recibió la parte belarusa.
“Nosotros, por un lado, estamos muy contentos, porque tuvimos una gran victoria. Vinimos a Minsk para participar en uno de los mejores concursos internacionales de teatro infantil del mundo “Kroki”. Y conseguimos llevarnos el gran premio entre los eminentes teatros de distintos países. Por supuesto, sentimos euforia. Dimos otro concierto en Brest. A la vuelta visitamos la Fortaleza de Brest”, dijo Natalia Barabánschikova.
La jefa de la banda añadió que en la frontera polaca les dejaron esperando varias horas.
“Durante cuatro horas estuvimos esperando en un rincón oscuro. Y no nos explicaron nada. Después de cuatro horas vinieron y nos dijeron que según la ley no podíamos salir de Belarús por Polonia. Por supuesto, no sabemos nada de esa ley”.
Según Natalia Barabánschikova, tras comunicarse con el Ministerio de Asuntos Exteriores, se tomó la decisión de ir a la frontera con Lituania.
“Fuimos a Kámenny Log, también pasamos la aduana belarusa muy fácilmente: todo rápido, ordenado. Pero llegamos a la aduana, después de lo cual nos ponen en el sitio durante siete horas. No nos dejan ir al baño, ni beber agua, nada. No podemos coger agua del maletero para dar de beber a los niños. Es muy difícil para los niños. Se pusieron a llorar. Cuando salí, varias personas con metralletas se acercaron a mí. Les pedí que nos dejaran ir al baño. Me dijeron que no entendían ruso. Di dos pasos más y ellos montaron el gatillo, y me retiré. No discutí”, relató.
“Después de siete horas, nos dieron un papel diciendo que éramos una amenaza para la seguridad nacional de Lituania. Podrían haberse inventado cualquier cosa, pero no eso. Y ahora intentan justificar el comportamiento de Lituania”, señaló la directora del coro.
Comentando la acogida de la parte belarus y la reacción ante la situación, la mujer dijo: “Es fabuloso. Estábamos volviendo a la aduana, los belarusos abrazaban a los niños, ayudaron en todo. Estoy sorprendida en el buen sentido”.-0-
