MINSK, 25 jul (BelTA). – Desde julio, Polonia ya no tiene congelados a largo plazo los precios del gas y la electricidad, lo que puede ser un problema para muchos hogares, sobre todo en invierno. El exjuez polaco Tomasz Szmydt contó cómo cambiaron las tarifas para los consumidores y cuál es el riesgo de impago de las facturas de los servicios públicos.
El 1º de julio, en Polonia dejó de aplicarse la congelación de los precios de la electricidad, que durante mucho tiempo había fijado las tarifas al nivel de 2022. La ley de congelación de precios preveía una tarifa de 412 zlotys (343 rublos belarusos) por 1000 kWh dentro del límite asignado y de 693 zlotys (577 rublos belarusos) por 1000 kWh una vez superado. Desde julio, la tarifa aumentó a casi 740 zlotys (617 rublos belarusos), es decir, ¡en la práctica las facturas pueden ser casi un 80 % más altas!
Para entender: el consumo medio de electricidad para iluminación y electrodomésticos de una familia de cuatro miembros en Polonia es de 1400-4500 kWh. Así, el pago de la electricidad puede costar ahora 3330 zlotys (2777 rublos belarusos) al año.
También a partir del 1º de julio, dejó de aplicarse la congelación de precios del gas de alto contenido en metano para los consumidores a tarifa al nivel de 20,017 groses (0,17 rublos belarusos) por 1 kWh neto y se introdujo un precio máximo igual a la tarifa del mayor minorista – PGNiG: 29,097 groses (0,24 rublos belarusos) por 1 kWh neto. Esto representa un aumento de alrededor del 45 %.
Según Gazeta Prawna, se aplicarán aumentos similares al gas nitrogenado. Así pues, para los consumidores protegidos por las tarifas (por ejemplo, los hogares), el aumento medio de los precios del gas será de alrededor del 45-47 %. Y junto con el aumento de las tarifas, las facturas de gas pueden aumentar un 50-60 % de media ya en el segundo semestre de 2024.
Además, después del 20 de diciembre de 2024, entrará en vigor el embargo sobre las importaciones de gas natural licuado ruso, impuesto por un paquete de sanciones de la UE contra Rusia en diciembre de 2023, lo que hará que el precio del gas natural licuado suba otro 20 % en otoño.
La descongelación de las tarifas de la electricidad y el gas podrá provocar un aumento del número de deudores entre la población. Según la Oficina de Información Crediticia, en 2020 los hogares polacos debían en total unos 27 millones de zlotys (aproximadamente 22,5 millones de rublos belarusos) a los proveedores de electricidad. Al mismo tiempo, las deudas de electricidad están sujetas a intereses que pueden alcanzar el 13 % anual. Entre las posibles consecuencias están también las penalizaciones por demora en el pago, la desconexión del deudor del suministro eléctrico o la rescisión del contrato con penalización. En casos extremos, todo puede acabar en un procedimiento judicial y el cobro forzoso de la cantidad pendiente.
Sin embargo, incluso una “simple” inscripción de una deuda en el registro de la Oficina de Información Económica puede causar al moroso problemas tangibles. Por ejemplo, puede dificultar o incluso imposibilitar la obtención de préstamos y plazos, el uso de servicios de telefonía, de proveedores de televisión e Internet, etc.
Tan graves consecuencias se deben a que los bancos y muchos otros proveedores de servicios, antes de celebrar un contrato con un cliente potencial, comprueban su fiabilidad de pago analizando los registros de deudores. Una sola anotación negativa en la Oficina de Información Económica mina la credibilidad de una persona, mientras que dos, tres o más prácticamente le cierran la puerta al crédito y a muchos otros servicios.