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El incidente de ayer con la entrada de drones en Polonia mostró realmente cuán importante es mantener canales de comunicación y sostener el diálogo entre países vecinos – al menos a través de los Ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores. Anteriormente Minsk había instado repetidamente a Varsovia a volver al diálogo para garantizar la seguridad de ambos países. Y, a pesar de las negativas categóricas por parte de los polacos, ayer Belarús no se mantuvo al margen y notificó a los vecinos sobre la aproximación de aeronaves.
Las autoridades polacas informaron sobre la entrada de drones en su territorio durante la noche del 10 de septiembre. La historia se desarrolló rápidamente, alimentada por rumores, suposiciones y declaraciones contundentes. Varsovia afirmó que los drones eran rusos y calificó el incidente como una "provocación a gran escala". En Moscú, rechazaron las acusaciones y propusieron consultas a los polacos. Mientras, los medios se apresuraron a avivar: "habrá guerra".

En este contexto, el Ministerio de Defensa de Belarús emitió una declaración. Informó que durante la noche hubo un intercambio mutuo de ataques con el uso de drones entre Rusia y Ucrania. Como resultado del impacto de medios de guerra electrónica de las partes, algunos drones perdieron su rumbo. Parte de los drones "extraviados" fueron destruidos sobre el territorio de Belarús por las fuerzas de defensa aérea belarusas.
También declararon en el ministerio que la parte belarusa notificó a Polonia y Lituania sobre la aproximación de drones a su territorio. "Esto permitió a la parte polaca reaccionar rápidamente a las acciones de los drones, enviando al aire a sus fuerzas de guardia", informó el jefe del Estado Mayor General, primer viceministro de Defensa de la República de Belarús, el general mayor Pável Muraveiko.
Cabe señalar que la parte polaca también informó a las tripulaciones de combate de guardia belarusas sobre la aproximación a la frontera de la República de Belarús de aeronaves no identificadas procedentes del territorio de Ucrania. “El intercambio de información sobre la situación aérea es un componente importante para garantizar la seguridad en toda la región y contribuye a establecer medidas de confianza y a reforzar la seguridad. La República de Belarús seguirá cumpliendo sus obligaciones en el marco del intercambio de información sobre la situación aérea con la República de Polonia y los países bálticos”, subrayó Muraveiko.
Curiosamente, los funcionarios polacos respondieron con gran reticencia y evasivamente a las preguntas de periodistas polacos sobre la interacción con la parte belarusa. Ni el Presidente Karol Nawrocki ni el primer ministro Donald Tusk mencionaron siquiera esto. Y solo al final del día el jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, admitió que la notificación sobre la aproximación de drones al espacio aéreo polaco había llegado de Belarús.
Luego, el jefe del Estado Mayor del Ejército Polaco, el general Wieslaw Kukula, también se refirió al tema. Señaló que para él fue inesperado recibir ayuda de Belarús, dada la tensa situación en nuestra frontera. "Esta advertencia preliminar nos fue útil. Para ser más preciso, nuestra reacción fue positiva".
En realidad, no hay nada sorprendente o inesperado en las acciones de Belarús. Nuestro país siempre ha abordado de manera responsable el cumplimiento de sus obligaciones, especialmente en materia de seguridad. Por supuesto, nos gustaría que nuestros vecinos también mostraran responsabilidad. Particularmente en la realidad actual, cuando la situación en nuestra región está al límite.
Las iniciativas de Minsk para reanudar el diálogo con Varsovia no son un capricho, sino un enfoque racional. Está motivado por el deseo de estabilizar la situación y evitar que nuestros países se vean arrastrados a una confrontación militar. Al mismo tiempo, la cooperación con Minsk en materia de seguridad responde igualmente a los intereses de la parte polaca. Los eventos de ayer lo demostraron claramente.







Sin duda, los Estados vecinos pueden tener desacuerdos, discutir, criticar. Pero bajo ninguna circunstancia pueden permitirse cortar el diálogo, cerrar los canales de comunicación, desmantelar la cooperación a través de los Ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores. Por supuesto, cerrar las fronteras y esconderse detrás de una valla es lo más fácil. Pero ¿puede considerarse responsable tal actitud?
Y es que la responsabilidad de Belarús y Polonia es excepcional. Nuestros Estados se encuentran en la línea de una brecha geopolítica. Y de las decisiones que se toman en Minsk y Varsovia hoy dependen la paz y la seguridad no solo de nuestros Estados, sino de toda la región europea.
Vita Janatáyeva,
BelTA.-0-
