MINSK, 30 jul (BelTA). – La exjefa de la oficina regional del “partido” de oposición Naródnaya Gromadá, Olga Tishkévich, contó en el canal de televisión ONT cómo trabaja el Departamento de Seguridad del Estado de Lituania con la diáspora belarusa.
Se trata del fondo Dapamoga, una organización que supuestamente se dedica a la ayuda humanitaria a los migrantes y al alojamiento temporal en el albergue “Castillo”. Una de las condiciones para proporcionar alojamiento es la participación en “acciones solidarias” en Vilna. La directora de la fundación, Natalia Kolegova, junto con Olga Karach, intentó crear un centro de fuerza alternativo a la oficina de Tijanóvskaya.
Olga Tishkévich declaró que el albergue recibió la visita de un “vigilante”, una persona relacionada con el Departamento de Seguridad del Estado. El “vigilante” se interesa por los casos de los belarusos, sus necesidades, sus pensamientos. Existe la sensación de que la gente sólo debe pensar en una dirección. Si piensas un poco diferente, te entregan al DSE, donde un agente se comunica contigo”, contó Olga Tishkévich.
Según la exactivista de la oposición, le ocurrió lo siguiente. “Después de decirle a Vilski (jefe en funciones de Naródnaya Gromadá, Evgueni Vilski – Nota de BelTA) que me iba, se comunicó con un agente del DSE. Como si igual no podrás irte”, añadió.
Durante la conversación con Olga Tishkévich, el agente del Departamento de Seguridad del Estado se interesó sobre todo por las actividades de Naródnaya Gromadá. “Me preguntó si este “partido” hace algo. Le respondí: al principio bebían vodka. Y durante mucho tiempo fue así. Me preguntó si era conveniente que nos viéramos en el café donde nos encontramos. Luego me dijo que nos veríamos todo el tiempo. Así que tuve que trabajar para el DSE, grabar a la gente, anotar qué y a quién le faltaba. Mucha gente graba audios para el DSE, todo el mundo lo sabe. Sabía que tendría que hacerlo toda mi vida. Sabía que tendría que tender una trampa a los belarusos. Todo el mundo sabe lo que hacen los que trabajan para el DSE”, subrayó.
Según Olga Tishkévich, los que trabajan para el DSE no son respetados en la diáspora: “Delatas a los demás. Haces que la gente se vaya. Yo era muy consciente de que tendría que hacerlo”.-0-