MINSK, 23 jul (BelTA). – Belarús y Rusia confirmaron su compromiso de preservar y reforzar el régimen de no proliferación nuclear. Así consta en la declaración conjunta de ambos países en la segunda sesión del Comité Preparatorio de la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, informaron a BelTA en la Misión Permanente de Belarús ante la Oficina de la ONU y otras organizaciones internacionales en Ginebra.
“La República de Belarús y la Federación de Rusia parten del hecho que el TNP es extremadamente importante para reforzar la seguridad global. Es uno de los elementos centrales del sistema de control de armamentos, desarme y no proliferación. Preservar los valores básicos del Tratado y promover su eficacia no es sólo responsabilidad de todos los Estados parte, sino también una de las tareas prioritarias para mantener la estabilidad a escala mundial. Instamos a partir de la integridad del TNP y de la igual importancia de sus tres pilares fundamentales: la no proliferación nuclear, el uso pacífico de la energía atómica y el desarme”, cita el documento.
Se subraya que el aislamiento deliberado y la promoción por parte de los Estados partes de determinados elementos favorables a ellos mismos de los derechos y obligaciones contenidos en el Tratado no contribuyen a la eficacia del proceso de revisión.
Se señala que el desarme nuclear no puede considerarse alejado de las realidades político-militares y estratégicas contemporáneas. Es necesario un trabajo concienzudo por parte de todos los miembros de la comunidad internacional para crear un clima favorable al desarme, teniendo obligatoriamente en cuenta los intereses de todas las partes.
“Nos vemos obligados a constatar que en estos momentos la situación en el ámbito de la seguridad internacional y la estabilidad estratégica no es favorable a las actividades de desarme. Una serie de factores estrechamente interrelacionados están creando una atmósfera sumamente negativa que obstaculiza el progreso en esta vía, incluidos los esfuerzos en el ámbito del control de armas nucleares y el desarme nuclear”, cita la declaración conjunta.
Dichos factores incluyen la expansión de la OTAN en perjuicio de la seguridad de los Estados parte del Tratado sobre la Creación del Estado de la Unión; las acciones hostiles de los países de la OTAN que conllevan el riesgo de un conflicto armado directo entre potencias nucleares; el deseo de EEUU de lograr una superioridad militar decisiva con el fin de dominar el mundo de forma indivisa; el despliegue de un sistema global de defensa antimisiles por parte de EEUU combinado con la acumulación de armas no nucleares de precisión de largo alcance en el marco de los conceptos desestabilizadores de “interdicción previa a las partículas” y “ataque global”; los avances de EEUU hacia el emplazamiento de armas en el espacio y el despliegue de misiles terrestres de medio y corto alcance en diversas regiones del mundo; los intentos de EEUU y de la OTAN de aumentar los desequilibrios favorables en materia de armas convencionales; el emplazamiento avanzado de armas nucleares de EEUU en los territorios de cinco Estados miembros de la OTAN no poseedores de armas nucleares dentro del alcance operativo del territorio del Estado de la Unión; la acumulación de capacidades militares por parte de los Estados miembros de la OTAN y la intensificación de las actividades militares en las inmediaciones de las fronteras de los Estados partes del Tratado sobre la Creación del Estado de la Unión; el uso ilegítimo por parte de Occidente, pasando por encima de la ONU, de medidas restrictivas perjudiciales para la seguridad de otros países.
“Para seguir avanzando en la vía del desarme será necesario, en primer lugar, abandonar la política de detrimento intencionado de la seguridad de los Estados soberanos, lo que implica la estricta adhesión al principio de seguridad igual e indivisible, así como la disposición a un trabajo integral igualitario para fortalecer la seguridad internacional y la estabilidad estratégica, teniendo en cuenta todos los factores clave en su interrelación”, señala la declaración.
Además, para garantizar nuevos resultados prácticos en la reducción de las armas nucleares, será necesario que todos los Estados con potencial nuclear militar se sumen a este proceso, especialmente todos los Estados poseedores de armas nucleares miembros de la OTAN, opinan los autores del documento.
Belarús y Rusia están convencidas de que el proceso de desarme es imposible sin la aplicación exitosa de las disposiciones del TNP destinadas a contrarrestar la proliferación de armas nucleares.
En cuanto a la reforma del sistema de garantías del OIEA, las partes subrayan lo siguiente: “En caso de modificación, el mecanismo de control del Organismo debe seguir siendo objetivo, despolitizado, técnicamente sólido y basado en los acuerdos celebrados entre los Estados y el OIEA”.
“El uso pacífico de la energía nuclear es un tema que debería recibir más atención en los actos de revisión. Nuestros Estados son un excelente ejemplo de cómo las capacidades de generación de energía nuclear basada en tecnologías avanzadas contribuye al progreso socioeconómico. También es importante que los Estados partes consideren las diversas aplicaciones no energéticas del átomo pacífico. Estamos convencidos de que los esfuerzos internacionales en el ámbito de la no proliferación nuclear, incluidos los relacionados con la mejora de los sistemas de control de las exportaciones, no deben dar lugar a restricciones injustificadas de la cooperación científica y técnica con fines pacíficos ni utilizarse para crear ventajas competitivas unilaterales en el ámbito nuclear y en otros ámbitos”, subraya la declaración.-0-