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08 Enero 2024, 17:12

Belarús no invitará a observadores de la OSCE a las próximas parlamentarias

MINSK, 8 ene (BelTA). – Belarús se abstendrá de invitar a observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a las próximas elecciones que se celebrarán el 25 de febrero de 2024, declaró el representante permanente de Belarús ante las organizaciones internacionales en Viena, Andréi Dapkiunas, informa BelTA.

 

Belarús siempre era responsable en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales, invitando tradicionalmente a los observadores de la OSCE a las elecciones celebradas en el país, incluso a pesar de la naturaleza predominantemente sesgada de sus evaluaciones y conclusiones, dijo Andréi Dapkiunas.

 

Pero esta vez el país decidió no invitar a observadores de esta organización, según informó el representante permanente de Belarús al director de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (OIDDH) de la OSCE, Matteo Mecacci, durante una conversación telefónica. “Siguiendo instrucciones del Ministerio de Asuntos Exteriores, informé al director de la OIDDH de la OSCE de que Belarús se abstendría de invitar a la misión de observación de la OSCE a las elecciones parlamentarias del 25 de febrero. Expuse los argumentos y la motivación de la parte belarusa al director de la oficina”, notó el diplomático.

 

Explicó esta decisión, en primer lugar, por el estado del sistema de observación electoral de la OSCE. En él existen ciertos desajustes funcionales geográficos, por ejemplo, respecto a la elección del formato de observación y al desigual número de observadores, que son enviados por decisión de la OIDDH de la OSCE al oeste y al este de Viena, así como al tradicional predominio de representantes de países occidentales en estas misiones de la OSCE. “Creemos que este desequilibrio fue posible debido a la falta de normas y estándares unificados de la OSCE aceptados por todos los países en el tema de la observación electoral internacional. Belarús llamó la atención a esto muchas veces. Para evitar la aplicación de este doble rasero, Belarús, junto con Rusia y otros aliados, propuso en repetidas ocasiones elaborar normas comunes de observación electoral. Pero esta iniciativa, por desgracia, fue rechazada, y el doble rasero de supervisión electoral por parte de la OSCE sigue vigente”, contó Andréi Dapkiunas.

 

Según el representante permanente, Belarús está dispuesta a seguir buscando la introducción de normas claras para que la observación de la OSCE se lleve a cabo sobre la base de enfoques compartidos por todos los Estados participantes.

 

La segunda razón importante de la decisión tomada por la parte belarusa es la degradación de la atmósfera de interacción interestatal en el espacio de la OSCE, que se observa tanto en la vía bilateral como dentro de la propia organización. Este proceso alcanzó ahora un punto crítico y dio lugar a una aguda crisis de confianza, una violación de las tradiciones de diálogo respetuoso, diplomático y correcto. Existe una creciente hostilidad y ostracismo en las relaciones entre países. Una viva manifestación es la imposición de sanciones políticas y económicas injustificadamente duras por parte de los países occidentales, incluso contra la CEC y el Parlamento. “Con esto minaron por completo su credibilidad en cuanto a la posibilidad de una observación objetiva del proceso electoral en Belarús”, afirmó.

 

Por ejemplo, las listas restrictivas de la Unión Europea incluyen a los parlamentarios belarusos y a los representantes de la CEC, lo que supone una prohibición de su participación en la observación electoral por parte de la OIDDH y la Asamblea Parlamentaria de la OSCE en los países de la UE. “Esto crea condiciones desiguales para la participación de los observadores nacionales en el trabajo de las estructuras de la OSCE”, subrayó Andréi Dapkiunas.

 

Otro factor que complica la invitación de los observadores internacionales de la OSCE es el deterioro de las oportunidades logísticas para salir y entrar en Belarús debido al cierre por parte de los vecinos occidentales de una serie de puestos de control fronterizos y a la restricción del tráfico aéreo.

 

“El Gobierno de Belarús considera que las sanciones impuestas por los países occidentales violan bruscamente los compromisos de la OSCE y los principios básicos de la organización. Se trata, en primer lugar, de la libertad de circulación, de los contactos entre las personas. Las sanciones obstaculizan el crecimiento económico, el desarrollo sostenible, el bienestar de los pueblos, interrumpen las cadenas de transporte y logística tradicionalmente existentes, socavan la interconectividad, que fue el foco de la decisión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la OSCE de 2016 en Hamburgo. Continúan las acciones inamistosas, la retórica agresiva de los países occidentales hacia Belarús basada en la tesis del llamado “castigo por la coagresión”, declaró el representante permanente.

 

Al mismo tiempo, la decisión de las autoridades belarusas de abstenerse de invitar a observadores de la OSCE a las elecciones del 25 de febrero no significa un rechazo general de la cooperación en la observación electoral por parte de la OSCE, afirmó Andréi Dapkiunas. “La parte belarusa estará dispuesta a reconsiderar sus planteamientos en cuanto a invitar a observadores de la OSCE, si el Occidente encuentra la fuerza, el valor y la oportunidad de abandonar la política de sanciones y los intentos de interferir en los asuntos internos de Belarús. Belarús sigue abierta a una observación electoral imparcial, que se organizará tradicionalmente a través de la CEI, la OTSC, el Estado de la Unión de Belarús y Rusia, la OCS, así como a observadores individuales, dispuestos a realizar un monitoreo objetivo de la campaña electoral en el país”, enfatizó.-0-

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