MINSK, 14 feb (BelTA). – El problema de las sanciones debe recibir la debida atención y una evaluación imparcial de sus consecuencias, declaró la representante permanente de Belarús ante la Oficina de la ONU en Ginebra, Larisa Bélskaya, en la 75ª sesión ejecutiva de la Comisión de Comercio y Desarrollo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), informa BelTA con referencia al servicio de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La diplomática, en particular, expresó su agradecimiento a la Secretaría de la UNCTAD por el emblemático Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2023. “Compartimos la conclusión del informe sobre el significativo impacto perjudicial del aumento récord de los precios mundiales de los alimentos en los países en desarrollo. La evidencia de una duplicación de las poblaciones en situación de inseguridad alimentaria en los países en desarrollo en comparación con el año 2020 y las pesimistas perspectivas para 2024 son preocupantes”.
Señaló que la evaluación del Equipo de Respuesta a la Crisis Mundial de la ONU de que los precios mundiales de los alimentos estaban cerca de máximos históricos incluso antes de la guerra en Ucrania es digna de mención: “Cabe destacar que los precios de los alimentos se mantienen en niveles históricamente altos de finales de 2021, mientras que los precios mundiales de los productos básicos en general se están bajando últimamente”. En varios países en desarrollo, los precios internos de los alimentos básicos se mantuvieron en junio de 2023 por encima del nivel de 2022 y siguieron afectando a la seguridad alimentaria.
Larisa Bélskaya cree que los autores del informe citan con razón los altos costes de los fertilizantes como uno de los factores que mantienen altos los precios de los alimentos. En el informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en 2022, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) y varias agencias de la ONU, incluido el Programa Mundial de Alimentos, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), también concluyeron que “la fuerte subida de los precios de los fertilizantes causada por las sanciones reduce la accesibilidad económica de los alimentos”.
“En la actualidad, la disponibilidad económica y física de fertilizantes potásicos sigue siendo una gran preocupación, especialmente en los países de bajo ingreso. Otro aspecto de este problema es la competencia desleal y la especulación, a las que también se presta gran atención en el informe de la UNCTAD. La escasez causa la subida de los precios, aumenta los costes para los agricultores, incentivando la disminución del rendimiento e incluso precios más altos de los alimentos”, notó la diplomática.
“Por ello, mantener las sanciones occidentales contra los fertilizantes belarusos y bloquear su tránsito sin trabas hacia los mercados mundiales es uno de los factores críticos de la amenaza del hambre en los países vulnerables y de la creciente crisis alimentaria mundial”, subrayó.
Hablando de las sanciones en general, Larisa Bélskaya llamó la atención sobre el hecho que son evidentes las consecuencias negativas de las medidas coercitivas unilaterales, económicas y financieras, su impacto devastador en el comercio internacional y el desarrollo, sectores vitales de la economía. “Las sanciones aumentan la monopolización de los mercados, favorecen la escasez de materias primas, alimentos, productos médicos e industriales, lo que afecta a los consumidores y la economía en general. En este contexto de escasez, florece el comercio informal, los comerciantes e intermediarios no registrados hacen subir aún más los precios. El cumplimiento excesivo por parte de bancos, aseguradoras y empresas, tengan su sede en el Estado sancionador o se encuentren en otro lugar, socava las cadenas de suministro de bienes críticos, medicinas y alimentos a los más necesitados”.
Los regímenes de sanciones sectoriales y globales afectan a los intereses de los más vulnerables, que dependen más que nadie del apoyo del Estado, enfatizó la representante permanente de Belarús. Citó como ejemplos países tales como Cuba, Irán, Venezuela, Siria, Belarús. “Mañana, esta lista puede ampliarse a costa de otros países, indeseables para el Occidente. Porque las sanciones financieras y económicas impuestas por los países occidentales son un problema político. Son un instrumento de dominación y coerción en las relaciones internacionales. Socavan el espíritu de Spacetown y del Pacto de Bridgetown, contribuyendo a la profundización de la desigualdad y la vulnerabilidad”, subrayó Larisa Bélskaya.
Belarús comprende la sensibilidad política de este tema. “Llamamos a la UNCTAD a prestar la debida atención a este problema y estudiar el impacto de las sanciones en el desarrollo inclusivo, sostenible y viable, evaluar imparcialmente sus consecuencias y presentar las recomendaciones pertinentes. Estamos profundamente convencidos de que esta tendencia de la economía mundial debe seguir siendo objeto de la atención de la UNCTAD, de conformidad con las funciones que le asignan la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas 1995 (XIX) y el Pacto de Bridgetown. Por su parte, Belarús apoyará plenamente los esfuerzos de la dirección de la UNCTAD y de los Estados miembros en este ámbito y en la realización de las ambiciosas tareas de la agenda económica mundial”, acentuó.-0-
