MINSK, 22 jun (BelTA). – Belarús celebra hoy el Día de Recuerdo Nacional de las Víctimas de la Gran Guerra Patria y del Genocidio del Pueblo Belaruso. El país recuerda a los que a costa de su vida cumplieron con su deber de defender la Patria, a todos los que murieron a manos de los fascistas y a los que murieron de hambre y privaciones en la retaguardia.
Por el Decreto nº 117 del Presidente de la República de Belarús, Aleksandr Lukashenko, del 23 de marzo de 2022, el nombre de la fecha conmemorativa se cambió de “Día de Recuerdo Nacional de las Víctimas de la Gran Guerra Patria – 22 de junio” a “Día de Recuerdo Nacional de las Víctimas de la Gran Guerra Patria y del Genocidio del Pueblo Belaruso – 22 de junio”. El decreto se elaboró sobre la base de la Ley del 5 de enero de 2022 “Sobre el genocidio del pueblo belaruso”, según la cual se reconocen como genocidio del pueblo belaruso los hechos de la comisión de atrocidades por parte de criminales nazis y sus cómplices, formaciones nacionalistas durante la Gran Guerra Patria y la posguerra, dirigidas al exterminio sistemático del pueblo belaruso.
Los primeros días de la guerra y las duras batallas defensivas en Bielorrusia
Al amanecer del 22 de junio de 1941, la Alemania fascista, tras violar a traición el Pacto de No Agresión, inició la guerra contra la Unión Soviética. Comenzó la ejecución del Plan “Barbarroja”, según el cual la cúpula militar alemana esperaba llevar a cabo una guerra relámpago y derrotar a la URSS de un solo golpe. El grupo más poderoso de las tropas alemanas avanzaba sobre el territorio de Bielorrusia. La aviación enemiga bombardeó nudos ferroviarios, aeródromos, así como Brest, Grodno, Volkovysk, Baránovichi y otras ciudades bielorrusas.
El 22 de junio los primeros en darse cuenta del movimiento en la frontera soviética fueron los guardias fronterizos. Los puestos avanzados de las unidades de la guardia fronteriza a las 4.00 horas fueron sometidos a un intenso fuego de artillería, morteros y ametralladoras. Tras las primeras descargas abrumadoras y la inevitable confusión momentánea, se oyeron las voces de los comandantes: “¡Puesto avanzado, a las armas!”
Al amparo de la artillería, las tropas nazis comenzaron a forzar los ríos fronterizos. Barcos y balsas con infantería enemiga empezaron a salir de la orilla occidental, tanques flotantes empezaron a salir de la orilla oriental y se desplazaron hacia el este, llegando a las principales autopistas y carreteras. Se asignaron escuadrones especiales de ametralladores para destruir los puestos fronterizos.
Ya a las 10.45 del 22 de junio el subjefe del Distrito Fronterizo Occidental, comandante de brigada Kurlykin informó al cuartel general: “Los combates se están librando a lo largo de todo el frente, en casi todos los destacamentos se ha roto la comunicación, los guardias fronterizos están luchando a ultranza”.
La firmeza de los guardias fronterizos, su heroísmo masivo rompieron los planes del mando alemán, que dieron 30 minutos para la supresión de los puestos fronterizos. Los hitlerianos capturaron Brest y rodearon completamente la fortaleza, pero sus defensores opusieron una tenaz resistencia a los invasores. Los grupos separados de soldados soviéticos siguieron luchando en la fortaleza hasta el 20 de julio de 1941.
Las tropas alemanas chocaron con una fuerte resistencia al sur de Brest, donde el 22 de junio de 1941 la 75ª División de Infantería bajo el mando del general Semión Ivánovich Nedviguin junto con los buques de la Flotilla Militar de Pinsk en la zona de Malorita detuvo la ofensiva del 53er Cuerpo de Ejército alemán. Gracias a las hábiles acciones de la agrupación soviética en esta dirección tres divisiones alemanas, incluida una división de tanques, se vieron obligadas a pasar a la táctica de lucha defensiva del 23 al 27 de junio.
En los primeros días de la guerra las tropas del Frente Occidental libraron duros combates defensivos en Bielorrusia y lanzaron contraataques. Los soldados del Ejército Rojo demostraron una valentía y abnegación sin precedentes, lo que provocó el completo colapso del plan de guerra relámpago.
Más de 1,3 millones de bielorrusos y nativos de Bielorrusia lucharon durante la guerra en los frentes de la Gran Guerra Patria. Durante la guerra 217 generales y almirantes bielorrusos comandaron unidades militares. Los nombres de muchos de nuestros compatriotas se hicieron legendarios, eran conocidos en todos los frentes. Dovátor, Liziukov, Sychenko y muchos otros se distinguieron en las batallas cerca de Moscú. En una de las batallas en el saliente de Kursk, el piloto Aleksandr Gorovéts derribó nueve aviones enemigos. Zinaída Tusnolóbova-Márchenko sacó del campo de batalla a 128 soldados heridos.
Belarús perdió uno de cada tres habitantes en la guerra – su recuerdo vivirá para siempre
El tiempo nos aleja cada vez más de los acontecimientos de la Gran Guerra Patria, pero las hazañas de los fallecidos en las batallas, la tristeza de millones de víctimas inocentes y la tragedia de la ocupación permanecen en la mente de las generaciones mayores, se guardan en la memoria de sus hijos, nietos y bisnietos.
Belarús hizo mucho para preservar la memoria de las víctimas, y este trabajo continúa. En 2016 se firmó el decreto “Sobre la inmortalización de la memoria de los caídos en defensa de la Patria y la preservación de la memoria de las víctimas de las guerras”. En febrero de 2021, una disposición del Gobierno aprobó el programa estatal “ La inmortalización de la memoria de los caídos en defensa de la Patria” para el período de 2021-2025.
Las principales formas de inmortalizar la memoria de los que perecieron durante las guerras son el registro estatal, la disposición y el mantenimiento de las tumbas de guerra y las tumbas de las víctimas de guerra, la introducción de datos en el banco de datos automatizado “Libro de la memoria de la República de Belarús”, la creación de museos y complejos conmemorativos, la erección de monumentos y señales conmemorativas de los acontecimientos más importantes de la Gran Guerra Patria y la asignación de los nombres de los que murieron en defensa de la Patria a objetos geográficos y organizaciones.
A nivel constitucional, es deber de los ciudadanos de la República de Belarús preservar la memoria histórica de la hazaña heroicas del pueblo belaruso.
Belarús elaboró y aprobó las leyes “Sobre la prevención de la rehabilitación del nazismo” y “Sobre el genocidio del pueblo belaruso”, destinadas a preservar la memoria histórica e impedir la falsificación de los hechos históricos. La Fiscalía General de Belarús está investigando un caso penal sobre el genocidio del pueblo belaruso durante la Gran Guerra Patria. En el curso de la investigación, se establecieron nuevos hechos. La lista de pueblos y aldeas que compartieron el trágico destino de Khatyn, es decir, los que fueron incendiados por completo con sus habitantes y no se restablecieron después de la guerra, se completó con nuevos asentamientos. En la actualidad hay al menos 288. En el territorio de Belarús se llevaron a cabo unas 180 operaciones punitivas, funcionaron más de 580 campos de exterminio. Entre ellos se encuentra el mayor campo de exterminio Trostenéts, donde, según los últimos datos de la Fiscalía General de la República de Belarús, murieron al menos 546 mil personas. Durante los años de ocupación nazi, de 1941 a 1944, al menos 3 millones de civiles y prisioneros de guerra fueron exterminados en el territorio del país, más de 380 mil personas fueron llevadas a la esclavitud alemana bajo amenaza de muerte, muchas de las cuales murieron a consecuencia de las insoportables condiciones de trabajo, privaciones y torturas.
Por el heroísmo y el valor masivos demostrados en la lucha contra los agresores, la capital de Belarús, Minsk, recibió el honorable título de “Ciudad Heroica”. La Fortaleza de Brest recibió el título de “Fortaleza Heroica”. Otras ciudades de Belarús también fueron galardonadas. Numerosos obeliscos, monumentos, complejos conmemorativos y la Colina de la Gloria recuerdan a las víctimas de la guerra y la hazaña del pueblo. El Museo Estatal de Historia de la Gran Guerra Patria es una importante institución científica y cultural.
En febrero de 2024, el Jefe de Estado Aleksandr Lukashenko firmó el decreto sobre la creación de la medalla “80 años de la liberación de Belarús de los invasores nazis”. Se concederá a los veteranos de la Gran Guerra Patria, antiguos prisioneros de campos nazis, prisiones, guetos y otros lugares de confinamiento forzoso creados por los nazis y sus aliados durante la Segunda Guerra Mundial, ciudadanos extranjeros y apátridas que residen permanentemente fuera de Belarús y participaron directamente en las operaciones por la liberación de Belarús de los invasores nazis durante la Gran Guerra Patria. El premio también está destinado a los militares de las Fuerzas Armadas, otras tropas y formaciones militares de Belarús, trabajadores de organismos estatales y otras personas que contribuyeron significativamente a la educación heroica y patriótica de los ciudadanos del país, a la inmortalización de la memoria de los caídos, a la organización de actos dedicados al 80º aniversario de la liberación de Belarús de los invasores nazis.
Cada año en todo el país se celebran actos conmemorativos en recuerdo del primer día de la guerra.-0-