MINSK, 20 abr (BelTA). – El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko,
la segunda vez durante la semana ha destacado el buen trabajo de las
granjas belarusas, proponiendo ampliar esta forma de economía en el
campo, incluso entregarles a los granjeros las tierras agrícolas
adicionales. Al principio, el Jefe de Estado lo dijo en una reunión
dedicada al sector agroindustrial, y hoy, en el marco de las actividades
del sábado de trabajo colectivo republicano, ha plantado manzanos junto
con uno de los jóvenes agricultores que tiene una granja exitosa,
informa BelTA.
Recordamos que en la reunión del 16 de abril, el Presidente, entre otros temas, se refirió al desarrollo de las granjas en el país. Señaló que anteriormente este problema no era actual para Belarús: antes que nada, era necesario salvar la agricultura, y no cortar la tierra y repartirla entre los propietarios pequeños. Ahora los tiempos son diferentes.
"Si un comerciante privado solvente quiere asumir la responsabilidad de las economías colectivas (koljós) en la región de Vítebsk o Moguiliov, hay dársela esta posibilidad", dijo el líder belaruso y destacó que los campesinos en ese caso no debían ofenderse. Añadió también que hace 25 años era imposible repartirlo todo, puesto que eso llevaría a una revolución agraria y a otras consecuencias. Hoy, según Aleksandr Lukashenko, el propietario privado demuestra buenos resultados. "Y si hay particulares prudentes y sensatas que están dispuestos a trabajar, hay que probarlo. Hay que permitirle trabajar dos o tres años alquilando el terreno, como lo hicimos en la región de Vítebsk con dos economías colectivas", dijo el Jefe de Estado, señalando que él estaba controlando la situación de estas dos economías. Según él, los granjeros jefes de estas economías intentan y quieren hacer algo, ganan dinero e invierten en lo que tienen alquilado. "Damos luz verde a ese tipo de agricultores", subrayó.
Hoy, Aleksandr Lukashenko conversó personalmente con uno de esos agricultores particulares en su pequeña patria durante el trabajo colectivo en el marco del sábado laboral republicano. Es Ígor Abrámchik, que encabeza la granja campesina "Spartan-Agro" del distrito de Molodechno. El negocio lo había comenzado su padre. Y él mismo se dedica a la jardinería y horticultura, aunque según la profesión es informático y se graduó de la Universidad Estatal de Belarús de Informática y Radioelectrónica. Creció en la aldea, y es por ello que se siente atraído por la tierra. Aquí pudo también aplicar sus conocimientos adquiridos en la universidad. Ígor Abrámchik lo tiene todo computarizado en su granja, desde la estación meteorológica hasta el riego y la alimentación de árboles. "Siempre vemos quién y qué operación está realizando, cuánta agua se ha gastado para cada planta, qué tipo de alimentación ha recibido", comparte la experiencia. "En el almacenamiento también todo está computarizado, está automatizado. Es decir, podemos controlar cualquier indicador. Y cuando podemos controlar los indicadores, podemos influir en ellos", dijo el agricultor.
No hay problemas con las ventas. La granja tiene contratos directos con los compradores de Smolensk a Jabárovsk, dice con orgullo Ígor Abrámchik.
"Agricultor, trabajador. Por cierto, no es un agricultor", así fue presentado Ígor a los periodistas por el Jefe de Estado que, al decirlo, inmediatamente propuso ampliar la producción. "Podemos ofrecerte una economía colectiva", dijo Aleksandr Lukashenko. "Te aconsejo que te hagas responsable de una buena economía. Aquí las tierras no son malas".
Recordamos que en la reunión del 16 de abril, el Presidente, entre otros temas, se refirió al desarrollo de las granjas en el país. Señaló que anteriormente este problema no era actual para Belarús: antes que nada, era necesario salvar la agricultura, y no cortar la tierra y repartirla entre los propietarios pequeños. Ahora los tiempos son diferentes.
"Si un comerciante privado solvente quiere asumir la responsabilidad de las economías colectivas (koljós) en la región de Vítebsk o Moguiliov, hay dársela esta posibilidad", dijo el líder belaruso y destacó que los campesinos en ese caso no debían ofenderse. Añadió también que hace 25 años era imposible repartirlo todo, puesto que eso llevaría a una revolución agraria y a otras consecuencias. Hoy, según Aleksandr Lukashenko, el propietario privado demuestra buenos resultados. "Y si hay particulares prudentes y sensatas que están dispuestos a trabajar, hay que probarlo. Hay que permitirle trabajar dos o tres años alquilando el terreno, como lo hicimos en la región de Vítebsk con dos economías colectivas", dijo el Jefe de Estado, señalando que él estaba controlando la situación de estas dos economías. Según él, los granjeros jefes de estas economías intentan y quieren hacer algo, ganan dinero e invierten en lo que tienen alquilado. "Damos luz verde a ese tipo de agricultores", subrayó.
Hoy, Aleksandr Lukashenko conversó personalmente con uno de esos agricultores particulares en su pequeña patria durante el trabajo colectivo en el marco del sábado laboral republicano. Es Ígor Abrámchik, que encabeza la granja campesina "Spartan-Agro" del distrito de Molodechno. El negocio lo había comenzado su padre. Y él mismo se dedica a la jardinería y horticultura, aunque según la profesión es informático y se graduó de la Universidad Estatal de Belarús de Informática y Radioelectrónica. Creció en la aldea, y es por ello que se siente atraído por la tierra. Aquí pudo también aplicar sus conocimientos adquiridos en la universidad. Ígor Abrámchik lo tiene todo computarizado en su granja, desde la estación meteorológica hasta el riego y la alimentación de árboles. "Siempre vemos quién y qué operación está realizando, cuánta agua se ha gastado para cada planta, qué tipo de alimentación ha recibido", comparte la experiencia. "En el almacenamiento también todo está computarizado, está automatizado. Es decir, podemos controlar cualquier indicador. Y cuando podemos controlar los indicadores, podemos influir en ellos", dijo el agricultor.
No hay problemas con las ventas. La granja tiene contratos directos con los compradores de Smolensk a Jabárovsk, dice con orgullo Ígor Abrámchik.
"Agricultor, trabajador. Por cierto, no es un agricultor", así fue presentado Ígor a los periodistas por el Jefe de Estado que, al decirlo, inmediatamente propuso ampliar la producción. "Podemos ofrecerte una economía colectiva", dijo Aleksandr Lukashenko. "Te aconsejo que te hagas responsable de una buena economía. Aquí las tierras no son malas".
