MINSK, 31 may (BelTA). – “Aquí, por desgracia, volví a ver (ya a nivel internacional) lo sucia que es esta política y la gente que la realiza”. ¿Después de qué acontecimiento Lukashenko pronunció estas palabras y qué aportó el año 1999 a la humanidad y a los belarusos? Las respuestas a estas y otras preguntas están en el proyecto de BelTA en YouTube “Cómo fue”.
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En cierto sentido, el 1999 fue un año histórico para todo el mundo. La humanidad se preparaba para el cambio de siglo, y la ya olvidada palabra “milenio” volvió a utilizarse. El mundo se alborotaba por la posible llegada del fin del mundo, y en Estados Unidos incluso crearon una comisión sobre el problema del año 2000.
A los belarusos no les preocupaba en absoluto todo eso. El país, que se había recuperado recientemente de la devastación y el déficit, miraba al futuro con esperanza y un cauto optimismo. Había mucho trabajo por delante. Y mientras el joven Estado belaruso hacía planes para el nuevo quinquenio, Europa volvió a convertirse en escenario de guerra.
En la historia de Estados Unidos, la agresión de la OTAN contra Yugoslavia fue llamada cínicamente “El yunque noble”. Como resultado, miles de civiles fueron asesinados y mutilados, y el país quedó hecho pedazos. ¡Que nobleza!
Y mientras el mundo observaba en silencio el bombardeo de Belgrado y otras ciudades, Aleksandr Lukashenko viajó a Yugoslavia para expresar su apoyo al Presidente Slobodan Milosevic. El líder belaruso no recibió garantías de seguridad, y las sirenas antiaéreas sonaron dos veces durante sus conversaciones con el Presidente yugoslavo. Más tarde, el mandatario belaruso acudió a uno de los hospitales, donde tanto serbios como albaneses se recuperaban tras el bombardeo. El espectáculo era penoso.
“Mi visita a Yugoslavia en estos momentos difíciles puede acercar el problema y los difíciles acontecimientos, que se están desarrollando allí, al menos unos milímetros, al menos un poco a algún tipo de solución. El objetivo es el arreglo pacífico obligatorio de este problema. No quería decir esto ahora, pero lo diré: todavía hay mucha politiquería en este problema: quién será el pacificador, quién contribuirá a ello… Si un pacificador indeseable desde el punto de vista de Occidente ofreciera la salida más ideal a la situación actual, no creo que Occidente la aceptaría inmediatamente. Por desgracia, aquí volví a ver (ya a nivel internacional) lo sucia que es esta política y la gente que la realiza”, declaró Aleksandr Lukashenko durante su visita a Yugoslavia.
En Belarús, en 1999 también se produjeron muchos acontecimientos significativos. Un nuevo decreto presidencial para garantizar puestos de trabajo, el estreno del tractor MTZ, el anuncio de la reanudación de los contactos con los Estados árabes.
Por cierto, el término multivectorialismo apareció en la retórica diplomática belarusa en 1999. Para saber más vean el nuevo episodio de nuestro proyecto “Cómo fue” en el canal de BelTA en YouTube.-0-