MINSK, 8 ago (BelTA). – El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, reveló en una entrevista a la revista estadounidense Time los detalles de las negociaciones con los representantes oficiales de EEUU, informa BelTA.
El Jefe de Estado, al hablar de la cooperación entre Belarús y EEUU, señaló que las relaciones bilaterales eran positivas y que hubo tiempos cuando el Presidente jugaba al hockey en el mismo equipo que el embajador de EEUU. Pero luego, especialmente durante la operación militar especial iniciada por Rusia, las relaciones se empeoraron mucho.
No obstante, los canales de comunicación entre los países siempre seguían existiendo, principalmente a través de los servicios especiales, y por eso permanecían fuera del ámbito público. “Yo controlaba este proceso. Había contactos a través de los servicios especiales. A este canal podía incorporar al Ministerio de Asuntos Exteriores, si era necesario, al Gobierno para cuestiones concretas, por ejemplo, sobre sanciones. Si hablamos de algún paso más allá o de elaborar un concepto para plasmar en papel algún proyecto de documento, incorporo al Ministerio de Asuntos Exteriores. Pero principalmente a través de los servicios especiales. Por su parte, participó Christopher Smith. Una persona decente, siempre le llamo en broma “agente de la CIA” cuando viene. Ya nos hemos reunido con él cinco veces”, añadió el Jefe de Estado.
Según el Presidente, fue precisamente esta persona, por parte estadounidense, la que desempeñó un papel clave en la organización de las visitas a Belarús de representantes oficiales de Estados Unidos. Incluida la visita del enviado especial del Presidente de EEUU para Ucrania, Keith Kellogg, para reunirse con Aleksandr Lukashenko en junio de este año. “Esta es ya la quinta delegación de los Estados Unidos de América. Por cierto, ellos fueron los iniciadores. Y hay que reconocer que Smith desempeñó y sigue desempeñando un papel fundamental”, reveló los detalles. Por supuesto, el Presidente Donald Trump está al tanto de lo que está sucediendo, pero, en opinión de Aleksandr Lukashenko, es poco probable que esté muy involucrado en este tema.
El mandatario notó que la iniciativa de organizar una reunión en Minsk partió de la parte estadounidense a través de los diplomáticos belarusos que trabajan en Nueva York. “Recibimos información de los estadounidenses: les gustaría hablar, debatir algunos problemas de carácter regional, problemas globales, hablar sobre ello. Si lo desean, adelante, estamos abiertos a ello”, contó Aleksandr Lukashenko. Señaló que la parte belarusa, aunque estaba interesada en ese diálogo, no insistió en que fuera público.
“No soy yo quien tiene que explicarte qué es EEUU. Es el líder de nuestro mundo. Sí, debilitado, sí, a veces anda con excentricidades y no se sabe para qué, el Presidente a veces dice una cosa por la mañana y otra por la noche, y luego actúa de otra manera. Hay de todo. Pero EEUU es EEUU, y no tenemos las mejores relaciones, sanciones... ¿Qué hay de bueno en las sanciones? Dependemos de EEUU, y no solo nosotros, sino muchos Estados debido a la situación actual, aunque esta esté cambiando. Por lo tanto, es todo un conjunto de problemas para nosotros. Si proponen una conversación – está bien”.
Aleksandr Lukashenko subrayó que para él no era fundamental el estatus de los participantes en las negociaciones por parte de Estados Unidos. “Este es mi credo, este es mi principio: hay que hablar con todos si quieres relaciones normales. Si no hablas, estás avanzando poco a poco hacia la guerra. No la necesitamos. Hubo una propuesta, vinieron y se comportaron de manera muy correcta”, explicó.
Al mismo tiempo, la parte belarusa siempre cumplió los acuerdos y respetó la confidencialidad. “Los estadounidenses pidieron no dar dos cuartos al pregonero. Además, ellos no vinieron como ustedes, en autobús. Vinieron como representantes de los servicios especiales. Está bien, si eso es lo que quieren, así los recibiremos. Pero les advertimos: los lituanos ven que han venido. “Pues, lo arreglaremos con los lituanos... Somos amigos”. Unas horas después de su partida, los estadounidenses hicieron declaraciones: éste y aquel han sido liberados. Rubio hizo alguna declaración... Pienso que tal vez los líderes estadounidenses tenían que hacer esa declaración, veo el estilo de Trump: “Aquí estoy, lo he hecho”.
El estadista subrayó que, al inicio de la intensificación del diálogo con EEUU, Belarús no se fijó el objetivo de lograr resultados concretos, incluida la retirada de las sanciones, y, en principio, no cree mucho en que los estadounidenses estén realmente dispuestos a normalizar las relaciones. Por ejemplo, Belarús sigue sin tener embajador de EEUU. Pero, naturalmente, el levantamiento de las sanciones, si se produjera, sería considerado por la parte belarusa como un gran paso hacia la normalización de las relaciones.
El periodista señaló que la Administración de Trump quiere ver resultados concretos por parte de los funcionarios, que puedan presentarse a los votantes como sus propios éxitos y logros. Así fue como se presentó la liberación de algunos presos en Belarús tras la visita de los estadounidenses al país.
Aleksandr Lukashenko confirmó que estas liberaciones fueron el resultado de los acuerdos con representantes de Estados Unidos, pero subrayó que nuestros fugitivos no tuvieron nada que ver con ellas. “No participaron en las negociaciones sobre la liberación de estas personas. Nunca plantearon la cuestión de la liberación. Bueno, excepto a Pozniak y la vieja guardia opositora, como se dice, que está en Occidente, que siempre está a favor del levantamiento de las sanciones y lucha por los presos políticos. Y estos son charlatanes, no tienen nada que ver con los liberados. Son nuestros acuerdos con los estadounidenses. Es algo férreo. Lo acordamos y les advertí: “Si dicen algo en algún sitio, me veré obligado a dar a conocer todas nuestras posiciones”. Los estadounidenses lo respetan”.
Es decir, en Belarús se consideró la posibilidad de que el Presidente indultara a los presos que pedían los estadounidenses. Y no se trata de presos políticos, sino de personas condenadas por delitos graves. En concreto, uno de ellos había sido condenado a muerte (un ciudadano alemán) y su liberación era un obstáculo para el intercambio entre Rusia y los países occidentales. “Yo digo: “Bueno, si es así, si no pueden realizar el intercambio con los rusos por culpa de esta única persona, yo lo indulté y lo entregué”. Es decir, había objetivos concretos”, explicó el estadista.
Al mismo tiempo, Aleksandr Lukashenko no considera correcto centrar la atención en personas concretas de entre los indultados. Aunque eso es precisamente lo que hacen algunos medios de comunicación: se centran solo en uno o dos apellidos. “Ustedes dicen: “Tijanovski”. Pero allí había otras 13 personas. Y para mí, Tijanovski o ellos es lo mismo. Pero fue mi decisión. Él no estaba en aquella lista. Yo digo: “Bueno, esta Svetlana Tijanóvskaya ya está llorando, quiere reunirse. Su familia, sus hijos, dos hijos. Está bien, tomaré una decisión sobre Tijanovski”. Esa fue mi decisión. Pero ahora veo que ustedes, Occidente, están descontentos. Y los fugitivos están especialmente descontentos porque lo indulté”.-0-
