MINSK, 14 mar (BelTA). – La sociedad necesita una palabra viva y efectiva del pastor, declaró el 14 de marzo el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en una reunión con el sínodo de la iglesia ortodoxa belarusa, informa el corresponsal de BelTA.
El Jefe de Estado destacó que el contexto complicado de la política exterior, afortunadamente, no afectó las tradiciones de buena vecindad y tolerancia religiosa de los belarusos. Las relaciones etnoconfesionales en el país se caracterizan por su estabilidad.
Al mismo tiempo, la sociedad belarusa sufre una presión sin precedentes a nivel de ideas y valores, dijo el Presidente.
"Por un lado, esto se debe al ritmo del desarrollo de la tecnología sin precedentes (me refiero principalmente a la introducción de inteligencia artificial, medios modernos de comunicación, etc.)", explicó Aleksandr Lukashenko. "Por otro lado, se nos imponen ideas deliberadamente destructivas, destructivas para la sociedad y el estado. Son ideas de permisividad, consumismo, falta de hijos, LGBT y otros".
La sociedad no tiene tiempo para desarrollar normas de comportamiento generalmente aceptadas, es más difícil para una persona tomar la decisión moral correcta, dijo el Jefe de Estado. "Muchos buscan y no encuentran respuestas a las preguntas eternas: quién soy, por qué soy, cuál es mi predestinación en general. Desafortunadamente, cada vez menos personas van a la iglesia para encontrar las respuestas a estas preguntas", dijo el Presidente.
"La iglesia espera que la gente busque a Dios. Sin embargo, me parece que la iglesia debe ser la primera en dar un paso hacia el hombre común. Hay que aprender a llevar la palabra de Dios para que sea comprensible para todos. La sociedad necesita una palabra viva y efectiva del pastor", subrayó Aleksandr Lukashenko. "El estado aprecia altamente la autoridad universalmente reconocida de nuestros jerarcas ortodoxos. Son escuchados por millones de nuestros compatriotas".
El Jefe de Estado destacó que el contexto complicado de la política exterior, afortunadamente, no afectó las tradiciones de buena vecindad y tolerancia religiosa de los belarusos. Las relaciones etnoconfesionales en el país se caracterizan por su estabilidad.
Al mismo tiempo, la sociedad belarusa sufre una presión sin precedentes a nivel de ideas y valores, dijo el Presidente.
"Por un lado, esto se debe al ritmo del desarrollo de la tecnología sin precedentes (me refiero principalmente a la introducción de inteligencia artificial, medios modernos de comunicación, etc.)", explicó Aleksandr Lukashenko. "Por otro lado, se nos imponen ideas deliberadamente destructivas, destructivas para la sociedad y el estado. Son ideas de permisividad, consumismo, falta de hijos, LGBT y otros".
La sociedad no tiene tiempo para desarrollar normas de comportamiento generalmente aceptadas, es más difícil para una persona tomar la decisión moral correcta, dijo el Jefe de Estado. "Muchos buscan y no encuentran respuestas a las preguntas eternas: quién soy, por qué soy, cuál es mi predestinación en general. Desafortunadamente, cada vez menos personas van a la iglesia para encontrar las respuestas a estas preguntas", dijo el Presidente.
"La iglesia espera que la gente busque a Dios. Sin embargo, me parece que la iglesia debe ser la primera en dar un paso hacia el hombre común. Hay que aprender a llevar la palabra de Dios para que sea comprensible para todos. La sociedad necesita una palabra viva y efectiva del pastor", subrayó Aleksandr Lukashenko. "El estado aprecia altamente la autoridad universalmente reconocida de nuestros jerarcas ortodoxos. Son escuchados por millones de nuestros compatriotas".
