MINSK, 10 ene (BelTA). – La paz es el valor más importante, y Belarús conoce su precio. El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, lo declaró en la ceremonia de entrega del premio “Por el renacimiento espiritual”, el premio especial para las personalidades de la cultura y el arte y el premio “Olimpo deportivo de Belarús” el 9 de enero, informa BelTA.
“Como antes, en estos brillantes días festivos, nos reunimos para dar las gracias a las personas que sirven desinteresadamente a su pueblo y a su país. Resumimos los resultados de la vida cultural y espiritual del año pasado. Ha traído a este escenario a los belarusos de talento inusual, sensibles y sinceramente devotos. Incluso gracias a ellos hemos alcanzado los objetivos del Año de la Paz y la Creación. Así, nos hemos hecho más fuertes espiritualmente y más seguros. Especialmente en el contexto de los acontecimientos que están sucediendo a nuestro alrededor”, dijo el Jefe de Estado.
“Para nosotros es obvio: la paz es el valor más importante. Para cualquier pueblo, especialmente para el pueblo belaruso. Porque conocemos su precio”, notó el líder belaruso.
Señaló que los proyectos “Los últimos testigos” y “El genocidio sin derecho a la vida” son un homenaje a la memoria de las víctimas inocentes y los héroes de la Gran Guerra Patria: “Hoy damos las gracias al equipo de autores de nuestra Fiscalía, la Agencia Telegráfica de Belarús, la Compañía Nacional de Radio y Televisión de Belarús, que han sentido profundamente todo el dolor y el sufrimiento del pueblo de la guerra. Estas películas son una crónica de terribles crímenes, que no permitiremos que olviden ni nosotros ni quienes tienen la responsabilidad histórica de ellos”.
“Nuestra memoria es garantía de paz en el futuro. Si olvidamos el camino a los templos y monumentos de aquella guerra, habrá guerra. Con un sentimiento de orgullo y confianza en nuestro mañana miramos a los sucesores de la generación de los vencedores: los patriotas con hombreras”, subrayó Aleksandr Lukashenko.
Entre los galardonados con el premio “Por el renacimiento espiritual” se encuentran miembros de la Compañía de Guardia de Honor y de la orquesta de la Jefatura Militar de Minsk, así como de la Escuela de Cadetes de Pólotsk.
“Conocemos, recordamos y honramos a nuestros héroes del pasado y del presente. Son personas con un corazón puro, un amor sincero por su tierra natal y su pueblo. En ellos vemos la fuerza del espíritu de los belarusos”, resaltó el Jefe de Estado.
Según el Presidente, patriotismo y espiritualidad son conceptos inseparables, porque lo mejor en la vida empieza con el amor – a los parientes y amigos, a la patria chica, a la Patria. Esto es lo que inspira a servir a objetivos verdaderamente nobles.
“Cada diploma de los laureados de hoy contiene la historia de nuestra vida, la historia del país. Todos ustedes forman la imagen del futuro de Belarús, especialmente los que están en esta sala. Forjamos el futuro de Belarús preservando nuestro patrimonio cultural, reviviendo antiguas tradiciones de artesanía popular y creatividad en festivales y fiestas, dando nueva vida a obras maestras del arte, dando la bienvenida a los bebés, educando a la generación más joven en los valores espirituales originales, mostrando la piedad y tomando parte en el destino de los compatriotas necesitados de cuidados especiales, subiendo al Olimpo deportivo por la gloria de la Patria, ayudando a nuestros educandos a conquistar esta cima, cubriendo las victorias de nuestros atletas en los medios mediáticos”, acentuó el estadista belaruso.
Aleksandr Lukashenko marcó que hoy en día no sólo los belarusos tienen una cosa en la boca: “Ojalá no haya guerra”. “Algunos se reían de esto: “Y los belarusos otra vez: ojalá no haya guerra…”. Hoy ya no se ríen. Porque si hay guerra, se acabó. No hay cultura, no hay producción, no hay calidad del habla”.
“Pero lo repito una vez más: no habrá guerra si nosotros, cada uno en su lugar, hacemos lo que tenemos que hacer, si nuestra economía funciona. Nuestros enemigos y adversarios, seamos francos, eligen un momento conveniente para ponernos de rodillas. No debemos darles esa oportunidad. Y lo tenemos todo para ello. Todo depende de nosotros. Y sobre todo de los que están en esta sala, como suele decirse: la élite de nuestro país”.-0-
