MINSK, 15 sep (BelTA). – El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en una entrevista a la revista rusa Razvedchik contó cómo transcurrió su servicio en las tropas fronterizas, informa el corresponsal de BelTA.
La temática de la publicación, por supuesto, suponía también preguntas sobre el bloque de seguridad. En la entrevista no pudo faltar el tema del servicio militar, y el Jefe de Estado, respondiendo a la pregunta, relató con detalle su experiencia en las tropas fronterizas.
"Como todos los chicos soviéticos, consideraba y sigo considerando la defensa de la Patria un deber de un verdadero hombre. Yo suelo decir: ¿qué clase de hombre eres si no has servido? Servir en los años de mi juventud era honorable. El soldado en aquel tiempo despertaba un sincero respeto en todos", subrayó.
En Belarús, según el Presidente, se devolvió el prestigio al servicio militar, que estuvo casi perdido en los años noventa, y hoy en día los jóvenes buscan servir.
"El servicio militar templó mi carácter. Siempre lo recuerdo con calidez. Estoy agradecido a los comandantes que me enseñaron mucho. A menudo pienso que si no hubiera ido a las tropas fronterizas, no sería quien soy hoy", señaló Aleksandr Lukashenko. Explicó que como hijo único y profesor de formación en aquellos años no estaba sujeto al servicio obligatorio. Pero aun así tomó la decisión de servir. "En parte me inspiré en el ejemplo de mis primos y elegí las tropas fronterizas. Yo, por supuesto, me lanzaba donde era difícil. Quería poner a prueba mis límites, demostrarme, ser útil a la Patria. Nuestra generación fue educada así", precisó el Jefe de Estado.
La asignación para el servicio Aleksandr Lukashenko la recibió en el destacamento fronterizo de Brest, el mejor de la Unión Soviética. Y había que estar a la altura de ese estatus las 24 horas. "Nos entrenaban con rigor. En la frontera la situación siempre es tensa, exige constante disposición combativa. Y en tales condiciones solo pueden servir personas físicamente fuertes, moralmente firmes y responsables", contó sobre aquel período.
"Llegué a ser instructor del departamento político de una unidad militar del Distrito Fronterizo Occidental. Me gustaba trabajar con el personal. Después de trabajar en los órganos del Komsomol y como conferenciante en la sociedad Znanie, decidí continuar el servicio como oficial en la 120ª División de Rogachiov. El cargo del comandante adjunto de compañía exigía saber motivar a los soldados en el dominio del arte militar, formar en cada uno el carácter de un guerrero, de un verdadero defensor. Resolver tareas complejas con los recursos disponibles desarrollaba la capacidad de percibir a las personas, calcular sus posibilidades, indicar dónde y en qué cada uno tenía una reserva oculta", agregó el Presidente.
Según el Jefe de Estado, se siente orgulloso de haber participado en los ejercicios Zapad 1981: "Ejercicios serios. Cuando los de la OTAN los vieron, comprendieron que con nosotros no se juega".
"Gracias al servicio militar comprendí una verdad simple: un país independiente que se respete a sí mismo no puede existir y desarrollarse sin un ejército bien equipado y profesionalmente organizado. Hoy esa experiencia me ayuda como Comandante en Jefe a construir y fortalecer eficazmente el sistema de seguridad nacional del país", subrayó Aleksandr Lukashenko.-0-
