MINSK, 2 jul (BelTA). – Belarús se está desarrollando a pesar de los pronósticos y predicciones más pesimistas. Lo declaró el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en un acto solemne dedicado al Día de la Independencia, informa BelTA.
El Presidente recordó que el 80º aniversario de la Gran Victoria se celebrará en 2025. Para Belarús es también el aniversario de un nuevo hito de la construcción nacional: en 1945, la RSSB firmó la Carta de las Naciones Unidas. “Nos convirtimos en uno de los Estados fundadores como país que se expuso al mayor peligro, sufrió las mayores pérdidas y opuso una resistencia nacional sin precedentes al agresor”, notó.
“Es amargo y doloroso saber que la legitimidad internacional nos costó terribles sacrificios humanos. Pero así eran las cosas entonces, así es la ley de la vida. Como una persona viene al mundo a través del dolor, así las naciones nacen en una terrible agonía. Crecen y se fortalecen en la lucha por la vida, por la libertad, por su memoria histórica”.
Según Aleksandr Lukashenko, Belarús aprendió esta ley, por eso hacía y hace todo lo posible por no desviarse del camino trazado por las generaciones anteriores. Y lleva 30 años siguiéndolo, pasando por encima de sanciones, intrigas políticas, chantajes y provocaciones informativas. Belarús se está desarrollando a pesar de los pronósticos y predicciones más pesimistas.
“Se nos profetizó el colapso del sistema estatal en la década de 1990. Nuestra soberanía se puso en juego en 2020. Tanto entonces como ahora pasamos por el borde. Pero tuvimos suficiente sabiduría, fuerza y carácter para preservar nuestro patrimonio nacional, nuestras tradiciones, valores y memoria histórica. Por eso vivimos en paz. Y tenemos grandes planes para esta vida”.
El mandatario agradeció a los belarusos su perseverancia, unidad y diligencia, la elección que hacen al trabajar en beneficio de su país natal, preservando las tradiciones y defendiendo su soberanía. Aleksandr Lukashenko felicitó a los reunidos por el Día de la Independencia, día que, según él, une épocas y pueblos, orienta, ayuda a resistir la presión de las nuevas tormentas geopolíticas. “¡Les deseo felicidad, prosperidad y buena salud! Paz y armonía a nuestro hogar común - ¡nuestra Belarús natal!”
