MINSK, 16 ene (BelTA). - Belarús, a pesar de su modesto lugar en el mapa mundial, puede permitirse aplicar una política exterior e interior independiente, lo declaró el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en una recepción en nombre del Presidente con motivo del Año Nuevo Viejo, informa BelTA.
Aleksandr Lukashenko confesó que este año está más contento que nunca del encuentro con los invitados de la fiesta. "Este año nos hizo mirar el mundo y nuestro lugar en él con ojos muy abiertos. Por un lado, el año 2020 nos puso mascarillas, por otro lado, las quitó a algunos. Llegamos a conocernos mejor. En algunas personas nos decepcionamos, por desgracia. Y en alguien encontramos apoyo. Hemos visto a los belarusos que han permanecido fieles al honor y a la conciencia en este momento histórico crítico, lo cual es particularmente valioso en nuestra época pragmática", resaltó el Jefe de Estado.
El Presidente recordó que hace un par de años advirtió en esta sala que el Estado belaruso sería puesto a prueba para ver si era digno de su independencia. "El tiempo nos ha examinado y nos ha dado la respuesta: dignos. En el año 2020 se nos declara una guerra. Y no se desató contra el Presidente, los funcionarios o los organismos de seguridad, sino contra el Estado fuerte en general. El Estado que a pesar de su modesto lugar en el mapa mundial puede permitirse llevar a cabo una política exterior e interior independiente. Esa es exactamente la razón. Si fuéramos débiles, nos habrían vencido sin estos acontecimientos y la guerra. Si fuéramos muy fuertes, como, por ejemplo, China, no nos habrían presentado tales pretensiones. Aunque China estaba conmocionada también: ¿recuerdan los eventos de Hong Kong?", agregó el estadista.
Señaló que la soberanía de un país es inconcebible sin un poder fuerte. "Esto es muy importante en un momento en el que estamos cerca de reformar nuestra Constitución. El poder fuerte no es una sola persona. Es una nación lista para unirse cuando el Estado está atacado. Hemos resistido (todavía), porque estábamos unidos en nuestro deseo de mantener la paz y la verdad histórica, nuestra forma de vida y mentalidad. Y es verdad, nos tomó un tiempo para actuar. Pero lo hicimos. Nos llevó mucho tiempo ponernos en marcha. Por ello, el anunciado Año de la Unidad no es tanto una tarea para el futuro como un hecho indiscutible y nuestra respuesta a los malhechores: los belarusos han sido y serán una nación unida", enfatizó.
Durante la fiesta Aleksandr Lukashenko entregó órdenes, medallas y agradecimientos del Presidente a los funcionarios, artistas, miembros de los medios de comunicación.
La Orden de la Patria de la 2ª clase se confirió al presidente del Colegio de la Comisión Económica Euroasiática, Mijaíl Miasnikóvich. La Orden de la Patria de la 3ª clase se confirió a la presidenta del Consejo de la República, Natalia Kochánova, y al gobernador de la provincia de Grodno, Vladímir Karánik. La presidenta del Comité Nacional de Estadística, Inna Medvédeva, y el ministro de Sanidad, Dmitri Pinévich, recibieron la Orden de Honor.
La Medalla al Valor se otorgó al corresponsal especial del canal STV, Grigori Azariónok, la medalla “Por méritos laborales” – al observador del departamento de información política de la Casa Editorial “Belarus Segodnya”, Andréi Mukovózchik, y el consejero principal del servicio de prensa del Presidente, Valeri Shulgá, la Medalla Francisco Skorina – al redactor del departamento de la Casa Editorial “Belarus Segodnya”, Dmitri Kriat, y al corresponsal especial de la cadena ONT, Ígor Tur.-0-
