MOSTY, 2 nov (BelTA). – A diferencia de los funcionarios de Occidente, Belarús entiende que lo más importante es ser capaz de tender puentes a pesar de todas las contradicciones. Lo declaró el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en el festival-feria Dazhynki 2024 en Mosty, informa BelTA.
El Jefe de Estado subrayó que Belarús es un país limpio, seguro y confortable, por lo que a los extranjeros les gusta visitarlo. “Vienen aquí con placer a pesar de las mentiras que se difunden sobre el Estado belaruso. Cueste lo que cueste, debemos preservar este atractivo. He dicho muchas veces que los pueblos no deben sufrir por la estupidez de sus políticos”.
Aleksandr Lukashenko señaló que Belarús respondió a las sanciones y restricciones a la entrada de sus camiones, trenes, aviones y coches con la exención de visado para ciudadanos de unos 100 países. Al tomar esta decisión, recordó sus primeras elecciones presidenciales, que empezaron con la provincia de Grodno. “Recuerdo cuando nuestros polacos, belarusos, rusos, ucranianos, judíos y tártaros me pidieron: haga que podamos cruzar libremente la frontera”, dijo.
El Presidente confesó que esta petición le sorprendió, ya que entre sus rivales había políticos prooccidentales. ¿Por qué no resolvieron estas cuestiones cuando estaban al frente del país? Es sencillo: lo prometieron, pero no lo resolvieron. “Y entonces prometí resolver esta cuestión en el primer año de mi presidencia. Lo primero que hice fue abrir la frontera”, recordó el Jefe de Estado.
Esta decisión permitió, entre otras cosas, resolver cuestiones humanas: se hizo más fácil visitar las tumbas de los familiares, reunirse con parientes y conocidos.
“Hacemos todo. No nos cerramos. Pregunten a otros. Pregunten a sus fugitivos, a sus amigos, que en 2020 paseaban por la provincia de Grodno, colgaban banderas blanco-rojo-blancas. ¿Qué política efectúan allí? Van corriendo a sus jefes, a los gobiernos y gritan: estrangular, estrangular, estrangular, más sanciones”.
El Presidente marcó que, tras la exención de visado, ya cerca de un millón de personas pudieron ver con sus propios ojos que en Belarús hay una dictadura. “Una dictadura de estabilidad, seguridad, orden, amabilidad y hospitalidad. Una dictadura de justicia. Puede que aún no lo hayamos hecho todo. Pero cualquier Presidente que vaya a dirigir el país en un futuro próximo debería hacerlo todo en cinco años para que tengamos el país más justo”.
“A diferencia de los funcionarios occidentales, entendemos: con todas las contradicciones, incluso estando en orillas distintas, lo más importante es poder tender puentes. Siempre lo hemos hecho y seguiremos haciéndolo”, añadió el Jefe de Estado.-0-