MINSK, 11 abr (BelTA). – El vuelo de la cosmonauta Marina Vasilévskaya a la EEI llevó a la soberana Belarús a un nuevo nivel de participación en programas espaciales y a un nuevo nivel de relaciones aliadas con Rusia. Lo declaró el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en la ceremonia de homenaje a los cosmonautas belarusos, informa BelTA.
Al inaugurar el acto, el Jefe de Estado llamó la atención sobre el hecho que desde hace dos semanas el país vive bajo un lema, una consigna, una idea: “¡El espacio es nuestro!”
“Todos pensábamos en ello, soñábamos con ello - ¡ya se realizó!”, dijo el mandatario. Con estas palabras el país despidió y dio la bienvenida a la primera cosmonauta de la soberana Belarús – Marina Vasilévskaya.
“Por supuesto, estamos orgullosos de nuestros compatriotas, de todos aquellos que en diferentes años trajeron gloria a su Patria, desarrollando tecnologías espaciales y conquistando el espacio”, subrayó Aleksandr Lukashenko.
Belarús se alegra con especial calor y contribuye, en la medida de lo posible, al éxito de su compatriota Oleg Novitski, que arrimó el hombro e hizo todo lo posible para que Marina Vasilévskaya se adaptara a condiciones difíciles y tareas atípicas, notó el líder belaruso.
“Su vuelo es un nuevo nivel de participación en programas espaciales de, repito, la soberana Belarús y un nuevo nivel de relaciones aliadas, muy buenas, fraternales entre Belarús y Rusia, entre nuestros pueblos”, enfatizó Aleksandr Lukashenko. Según él, las banderas estatales desplegadas a una altitud de más de 400 kilómetros de la Tierra se convirtieron en un símbolo de los lazos fraternales de los dos pueblos.
Belarús observó el vuelo con el corazón encogido, admirando el coraje y la determinación de su compatriota, subrayó el Presidente. Pero al mismo tiempo, el país puede estar orgulloso de todas las chicas – participantes del proyecto, que eran más de dos mil (y tras el vuelo de la cosmonauta, hay aún más deseosas de ir al espacio). Todas ellas son dignas, aspiran a poner a prueba los límites de sus capacidades y satisfacer las esperanzas de millones de belarusos. Aleksandr Lukashenko dio sinceramente las gracias a cada una de ellas: “Son inteligentes, guapas, verdaderas patriotas de Belarús”.
“Marina, eres la más afortunada. Pero también eres una buena chica. Mereciste este vuelo objetivamente. No fue fácil. Lo más duro quedó atrás: entrenamientos, preocupaciones, estrés”, notó el estadista. Añadió que conoce por experiencia personal las preocupaciones y la excitación, especialmente antes del lanzamiento de una nave espacial. Después de todo, un lanzamiento no siempre tiene éxito, y hubo un caso así en la historia de Belarús con el lanzamiento del primer satélite nacional. La tripulación con Marina Vasilevskaya también tuvo bastante emoción cuando el primer lanzamiento fracasó y se pospuso a otra fecha. “Y tu resistencia me conmocionó. ¡Bien hecho!”
Ahora los momentos más duros para la primera cosmonauta quedaron atrás, pero en general su misión sólo acaba de empezar. “Sé lo que es ser la primera. Hoy entraste en cada familia belarusa, en todas las familias que te siguieron, se preocuparon junto a ti, tus padres. El momento de la fama repentina es una nueva carga de responsabilidad, muy pesada, que tendrás que soportar el resto de tu vida. Estoy seguro de que la sobrellevarás. No dejaremos que te anquiloses, que te estanques. Tendrás que trabajar muy duro”, resaltóAleksandr Lukashenko.
El Presidente también dio sinceramente las gracias a Anastasía Lenkova: “Lo hiciste bien, superaste todas las pruebas con honor, como la primera cosmonauta. Lo sé con certeza. Por supuesto, sé que estabas preocupada (yo también lo habría estado) cuando estás a un paso de tu sueño y resulta un poco diferente. Pero resististe con dignidad. Y la experiencia que adquiriste, te lo prometo, no se perderá. Haremos todo lo posible para que tu experiencia y tu sueño se hagan realidad.”
Aleksandr Lukashenko también dirigió palabras de agradecimiento a todos los que prestaron apoyo científico al proyecto, lo organizaron, prepararon a las jóvenes para el vuelo: científicos, médicos, entrenadores y profesores: todos los que les ayudaron a tener más confianza en sí mismas. En particular, el Jefe de Estado dio las gracias a los padres de las cosmonautas por haber criado a unas hijas dignas.
El Presidente felicitó a todos por el próximo Día Internacional de la Cosmonáutica: “¡Ahora esta fiesta pasará a formar parte de nuestra historia personal!”