¡Queridos compatriotas e invitados de Belarús!
Se acerca la medianoche. Estos son los momentos en los que miramos el reloj con inquietud y parece que el tiempo vuela. Tenemos mucho que hacer: agradecer al año que se va por todas las cosas buenas, mirar al futuro, pedir deseos.
En la Noche Vieja nos reunimos en la misma mesa con nuestros parientes, amigos y conocidos para decir palabras cariñosas y agradecer buenas acciones.
Y en los últimos minutos del año esta tradición llega al Palacio de la Independencia. Quisiera felicitarles, queridos belarusos, con motivo de Año Nuevo y transmitir mis más sinceros deseos a todos los rincones de nuestro país.
Gracias por los mejores momentos del año que pasa. Por la alegría de ver cómo creaban familias y se hacían padres. Cómo esperaban a los nietos y bisnietos. Cómo los pequeños iban al primer grado, y los graduados abrían la puerta a la vida adulta, continuando la historia de la familia y del país.
Por supuesto, no todo ni siempre fue como se soñaba. Pero la vida es como la música. Suena con diferentes notas, en diferentes tonos. Y siempre debemos sintonizar lo mejor, ayudando unos a otros.
Gracias por estar al lado de los que necesitaban apoyo en una hora difícil. Por la fiesta de Año Nuevo, que estos días regalan a nuestros niños, a las personas solas y a los ancianos.
Muchas gracias a todos los que se entregan al trabajo con las personas: tratando, enseñando, educando.
Nuestros éxitos y logros fueron por el bien de la Patria.
Los agrarios belarusos recogieron una buena cosecha, suficiente para compartir con amigos y vecinos. Los productores nacionales alegraron con las novedades.
Y nuestra Belarús natal se hizo aún más acogedora y confortable. Lo consiguieron todos los que diseñan, construyen, hacen que nuestra vida sea más alegre con su creatividad. La belleza y la limpieza, que tanto deleitan a los huéspedes que vienen a visitarnos, son nuestro éxito de imagen, nuestra tarjeta de visita. Y es mérito suyo.
Puede que no siempre pensemos en el valor de lo que se ha convertido en norma, pero sabemos con certeza que elegimos nuestra propia forma de avanzar.
Gracias por su sabiduría política. Celebramos el único día de votación de manera digna. Con la misma calma, sin indirectas ni consejos, constituimos la Asamblea Popular de toda Belarús. Se trata de un paso histórico, cuyo efecto aún está por ver en acción.
Otro hito en la historia del país fue el vuelo de la primera cosmonauta de la Belarús soberana.
Acontecimientos tan brillantes forman la imagen del año saliente: creativo e interesante. Avanzamos con confianza hacia nuestros sueños y objetivos, pero lo más importante: bajo un cielo despejado.
Por la paz y nuestra seguridad damos las gracias a los militares y a sus familias, que proporcionan una retaguardia fiable a nuestros defensores.
Cada año estas palabras suenan con más fuerza y relevancia, y su significado adquiere mayor peso. Así como el recuerdo agradecido de la heroica generación de la Gran Guerra Patria.
En el año del 80º aniversario de la Gran Victoria, es una cuestión de honor para nosotros, herederos de los vencedores, preservar la paz que nos fue legada.
¡Queridos belarusos!
El año 2024 se está convirtiendo en historia. La nuestra. Está hecha de cientos de miles de recuerdos, pero el argumento siempre es único: los acontecimientos tristes van al pasado, los felices conducen al futuro.
Sabemos que todo lo conseguido en el pasado 2024 tendrá continuidad en el próximo 2025.
Nuestro camino es la sucesión.
El cambio de generaciones se completará en los próximos años. Con la sabiduría belarusa, con la confianza en todo lo que apreciamos y estamos orgullosos.
El próximo quinquenio en nuestro país será el quinquenio de la calidad. Dedicaremos cada año a una dirección importante.
Empecemos por el Año de la Mejora del país. El objetivo de la mejora de nuestra Belarús será mejorar la calidad de vida de la gente
Muy pronto tendremos que elegir el futuro del Estado. Todos queremos que sea exitoso y feliz. Y debe ser pacífico.
Que nuestros familiares y amigos estén sanos, queremos estar rodeados de amigos de confianza, de gente amable y con simpatía.
Es hora de pedir deseos y que todo se haga realidad. Que nuestra Belarús natal, fuerte e independiente, sea siempre una familia unida y un hogar para cada uno.
¡Estoy orgulloso de ustedes y feliz de ser ejecutor de su voluntad! ¡Felicidad y todo lo bueno!
¡Feliz Año Nuevo, belarusos!
¡Feliz Año Nuevo a nuestros amigos y a todas las personas buenas!
¡Paz y tranquilidad a su casa!
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