MINSK, 14 ene (BelTA). – Es necesario refrescar en la memoria de Tel Aviv los hechos históricos sobre la vida de los judíos en la tierra belarusa, que no deben ser olvidados ni humana, ni histórica, ni políticamente. Lo dijo a los periodistas el nuevo Embajador de Belarús en Israel, Yuri Yaroshévich, nombrado el 14 de enero por el Jefe de Estado, informa el corresponsal de BelTA.
Al nuevo jefe de la misión diplomática se le preguntó cómo encontrar la clave para establecer una colaboración estable y tranquila en las relaciones entre Belarús e Israel, en las que a menudo se observaban cambios emocionales desde el diálogo constructivo y la amistad hasta los desacuerdos diplomáticos.
Yuri Yaroshévich señaló que los judíos residentes en Israel se caracterizan por una actitud reverente hacia la memoria histórica. “La forma en que los judíos tratan su difícil historia milenaria o la historia del siglo XX, que dejó sus trágicas páginas, podría ser un ejemplo para muchas naciones. La misma actitud reverente es propia de los belarusos: lo que ocurre ahora en nuestro país, nuestro apasionante y profundo estudio de las páginas de la historia, incluidas las trágicas. En esto nos parecemos”, notó.
“Creo que esta nación, a pesar de todas las turbulencias políticas, todas las coyunturas, todas las cosas geopolíticas, nunca olvidará que desde aproximadamente el siglo XIV vivía de forma bastante cómoda y segura en el territorio de Belarús. E incluso la historia del siglo XX y el Holocausto mostraron una actitud muy humana y fraternal de los belarusos hacia la población judía. En el territorio de Belarús hay varios centenares de Justos entre las Naciones – las personas que salvaban a judíos durante la Gran Guerra Patria a costa de sus vidas. Creo que estas cosas deberían refrescarse en Tel Aviv o Jerusalén”, dijo.
El embajador subrayó que en Belarús los judíos siempre se sentían bien. “Y estas cosas no pueden olvidarse ni humana, ni histórica, ni políticamente”.
“Nuestra mentalidad, nuestra actitud hacia la vida, nuestra actitud reverente hacia la historia, nuestra actitud especial hacia la familia, nuestra actitud respetuosa hacia la religión son factores unificadores en muchos aspectos”, afirmó Yuri Yaroshévich.
Todo esto, según él, crea una buena base para el desarrollo de la cooperación económica. Y lo confirman las cifras del intercambio comercial. El año pasado, según las previsiones, ascenderá a unos 170-180 millones de dólares, con un gran saldo positivo para Belarús. “No hace mucho, estas cifras parecían fantásticas y poco realistas”, marcó el diplomático.
La estructura de las exportaciones belarusas a Israel es bastante diversa e incluye una amplia gama de mercancías, como por ejemplo acero, aceite de colza, helados y pescado. Resulta que los productos belarusos son interesantes para el mercado israelí y que existe potencial para aumentar sus suministros. Además, recientemente la situación geopolítica de la región favorece las exportaciones belarusas. Algunos países introdujeron sanciones comerciales contra Israel. Además, hay dificultades con la entrega de mercancías a lo largo del corredor de transporte marítimo del sur. Todo ello abrió nuevas oportunidades para Belarús.