Maksim Ryzhenkov
MINSK, 10 sep (BelTA). – El ministro de Asuntos Exteriores de Belarús, Maksim Ryzhenkov, al responder preguntas de periodistas, comentó el cierre de la frontera con Belarús por parte de Polonia, informa el corresponsal de BelTA.
En primer lugar, el ministro llamó la atención sobre la evidente falta de fundamento de los temores expresados por la parte polaca con respecto a los ejercicios Zapad 2025, debido a los cuales supuestamente se tomó la decisión de cerrar la frontera con Belarús. Después de todo, el número de participantes en los ejercicios por parte de Belarús es de aproximadamente 10 mil efectivos militares. Para reducir el nivel de tensión, Belarús tomó la decisión de trasladar las principales maniobras al interior del país, lejos de la frontera con la UE, "para que nadie viera nada agresivo en los ejercicios", subrayó el ministro. Además, para observar las maniobras fueron invitados representantes de países extranjeros, incluida la OTAN.
Mientras tanto, cerca de las fronteras occidentales de Belarús, los países de la UE realizan ejercicios con la participación de 30-40 mil efectivos militares y una enorme cantidad de armamento y equipo transferido desde otros países de la UE. "¡Y mientras tanto, la parte polaca nos acusa de que con nuestros ejercicios creamos un gran peligro para Polonia y otros países de la Unión Europea! ¿O acaso Polonia no confía tanto en sus Fuerzas Armadas y considera que este escenario favorece a Belarús?", planteó el jefe de la diplomacia.
Si se mira la decisión de las autoridades polacas desde el punto de vista de la gente común, no hay nada bueno en ella. "Este paso es, ante todo, antipopular. Está dirigido contra la gente ordinaria que había planificado con anticipación sus rutas de viaje para visitar familiares, seres queridos, o con fines turísticos", declaró Maksim Ryzhenkov. De esta manera, las autoridades polacas demuestran a la gente común en Belarús y Polonia su verdadero rostro. "¿Qué actitud tendrán nuestros ciudadanos hacia Polonia después de esto? ¿Qué imagen tendrá el Estado polaco?", preguntó retóricamente.
Según el ministro, anteriormente los representantes polacos en las negociaciones con sus homólogos belarusos pidieron reducir en los medios el nivel de sentimientos antipolacos. Como se ve en la situación actual, hacerlo mediante los esfuerzos de la parte belarusa es imposible. "Ustedes mismos crean el motivo que permite a nuestros ciudadanos pensar así. He aquí otra razón", señaló el ministro refiriéndose al cierre de la frontera. "No hay que inventar cosas antipolacas. Polonia misma trabaja en su imagen de manera negativa".
El ministro subrayó que la decisión de cerrar la frontera también tiene graves consecuencias económicas, negativas principalmente para la propia Polonia. "Hemos calculado que, en un mes, a través de la frontera entre Belarús y Polonia hacia el oeste circulan cargas, prácticamente tres cuartas partes de las cuales son de origen chino. He aquí la respuesta, contra quién está dirigida también esta decisión. He aquí otro ejemplo de competencia desleal". Según sus palabras, a Polonia se le suministran a través de Belarús alrededor de 400 mil toneladas de carga al mes, y son bienes y productos que esperan las empresas locales y los consumidores. "Esta decisión de Tusk (sobre el cierre de la frontera con Belarús - nota de BelTA) también va contra los empresarios y la gente de Polonia".
Simultáneamente, el volumen de suministros de productos belarusos a través de la frontera con Polonia por todos los medios de transporte es, según sus palabras, "cifras insignificantes en el comercio exterior de Belarús, que se acerca a los 100 mil millones de dólares anuales".
Es decir, para Belarús el cierre de la frontera no será tan sensible como lo presenta la parte polaca. Pero los intereses de muchos otros Estados se verán afectados en mayor medida por esta decisión, están convencidos en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
"Es un golpe contra China, Kazajistán, Rusia, los países de Asia... Y es un golpe contra las mercancías de los Estados occidentales que también circulan en esa dirección, principalmente Alemania, Francia, Italia, Países Bajos. Si Polonia, con su decisión, se ha creído tan inteligente como para castigar a Belarús, en realidad ha resultado todo lo contrario: se han castigado a sí mismos, a sus socios y a actores bastante fuertes de la política mundial, con los que tendrán que lidiar en el futuro", resumió Maksim Ryzhenkov.-0-
