Foto del archivo de la cancillería
MINSK, 7 ago (BelTA). – La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se convirtió en un actor internacional parcial, incapaz de mantenerse dentro de los límites de su mandato como organización regional neutral. El ministro de Asuntos Exteriores de Belarús, Maksim Ryzhenkov, expresó tal opinión en su artículo en la revista “Rusia en la política global” sobre la Carta Euroasiática de la Multipolaridad y la Diversidad en el siglo XXI, informa el corresponsal de BelTA.
“La OSCE no logró resolver con éxito los problemas de su tiempo. Y este fracaso es especialmente notable si tener en cuenta que se produjo en un período de coyuntura internacional y regional más o menos favorable”, señaló Maksim Ryzhenkov.
El canciller también subrayó: “La organización perdió su ventaja – dejó de ser un foro para el diálogo político. Se convirtió en un lugar para la politización de los debates, así como en una herramienta de presión e influencia utilizado por algunos Estados participantes contra otros”.
“La OSCE no cumplió las expectativas relacionadas con la aplicación del principio de indivisibilidad de la seguridad en Europa, tal y como se reflejaba en el Acta Final de Helsinki. Como consecuencia, la OSCE no pudo prevenir el colapso del sistema de seguridad europeo en las últimas décadas, lo que dio lugar al conflicto que aún continúa en Ucrania. Hay que reconocer que la OSCE fue, en esencia, “capturada” por sus Estados participantes occidentales con el fin de utilizar la organización como una herramienta más para intervenir en los asuntos internos e imponer cambios políticos en aquellos Estados participantes que se negaron a aceptar las “recetas” occidentales para su desarrollo interno”, notó.
Es más, la OSCE, en esencia, favoreció a Occidente en la expansión de la OTAN hacia el Este. “Esta política llevó a la OSCE a una crisis de identidad y privó a la organización de una orientación estratégica compartida por todos sus Estados participantes. En este sentido, no es de extrañar que se haya perdido la confianza entre los Estados participantes y que la organización sea cada vez más irrelevante”, opinó Maksim Ryzhenkov.-0-
