MINSK, 25 ene (BelTA). – La entrevista informal sobre el trabajo de los medios mediáticos en Belarús celebrada en línea según la Fórmula Arria no tiene nada que ver con la agenda del Consejo de Seguridad. Lo declaró el 22 de enero el representante permanente de Belarús en las Naciones Unidas, Valentín Rybakov, anuncia BelTA.
El diplomático subrayó que la participación de la parte belarusa en la entrevista informal es el no reconocimiento de su legitimidad.
Según las palabras de Valentín Rybakov, esta entrevista no corresponde a los poderes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como el principal órgano responsable del mantenimiento de la paz y seguridad internacional. “Tales entrevistas, incluso no oficiales, no tienen nada que ver con la agenda del Consejo de Seguridad. Representan un expreso abuso del mandato de este órgano principal de las Naciones Unidas. Es un intento desesperado más de algunos miembros del Consejo de Seguridad de ganar puntos políticos por su enfoque selectivo y preconcebido”.
Valentín Rybakov rozó también el tema de organización del acto, ya que algunos oradores no son profesionales en la esfera de los medios mediáticos, y algunos, en general, no tienen nada que ver con el periodismo.
A su vez la parte belarusa envió a los organizadores una propuesta de permitir a los representantes de los medios mediáticos, periodistas y figuras públicas de Belarús intervenir en la entrevista. Lo favorecería una abierta discusión, permitiría oír las opiniones alternativas. Pero les denegaron participar. “Por desgracia, ni al presidente de la Unión de Periodistas de Belarús, ni al procurador de derechos de los periodistas de Belarús les permitieron participar. ¿Acaso es la libertad de expresión? ¿Acaso así debe ser el diálogo inclusivo? Según nuestro parecer, es discriminación y manipulaciones politizadas. Es aún más absurdo porque nuestra propuesta sobre los oradores suplementarios fue enviada antes de la composición de la agenda de la entrevista, pero la lista de ponentes y oradores entonces ya estuvo aprobada definitivamente”.
Dirigiéndose a los coorganizadores del evento, entre los cuales algunos países del Occidente, el diplomático belaruso resaltó: nadie de ellos es guardián ejemplar de valores y principios democráticos. “Nadie de ustedes es farol de la democracia. No tienen ningún derecho moral a sermonear la democracia o dictar conferencias a nosotros o a los demás sobre los valores democráticos. Por cierto, para los contribuyentes europeos y estonios será interesante conocer quién pagó el viaje de algunos oradores a Tallin”.
“Lo menos que necesita ahora Belarús es la injerencia extranjera y las conferencias, especialmente de los que están muy debajo de los estándares de la libertad de los medios mediáticos y la libertad de expresión”.
El representante de Belarús expresó la esperanza de que los coorganizadores del acto tuvieran coraje para convocar una entrevista más y discutir la situación con los derechos humanos, los resultados de las elecciones y la libertad de los medios mediáticos en otros países.
“Belarús no aguantará ninguna injerencia extranjera ni presión. No es necesario abusar de los mandatos de los órganos principales de las Naciones Unidas para satisfacer los intereses políticos de ciertos países. Belarús llama a todas las partes a observar las normas del derecho internacional, así como los objetivos y principios de la Carta de la ONU. Estamos dispuestos para cooperar con todos los países miembros a base del respeto mutuo y diálogo”, resumió Valentín Rybakov.-0-
