Foto de la cancillería
MINSK, 1 ago (BelTA). – El mecanismo de la OSCE no solo funciona en vano, sino que, francamente, causa daño. Lo declaró el viceministro de Asuntos Exteriores de Belarús, Ígor Sekreta, el 1º de agosto en Helsinki, tras la sesión conjunta final en la que participaron delegaciones de los Estados participantes de la OSCE y representantes de la sociedad civil, informa BelTA.
“Para continuar el debate sobre el futuro de la OSCE, proponemos dar un giro a nuestra discusión e intentar centrarnos en lo esencial. El futuro de la OSCE, cuyo valor es el consenso, ya no depende de la resolución del problema del presupuesto o de la determinación de la presidencia rotatoria. El futuro de la OSCE solo estará asegurado cuando los Estados participantes empiecen a considerar la organización no como un foro para dar rienda suelta a sus resentimientos, sino, ante todo, como un instrumento práctico para mejorar la cooperación interestatal en el continente, un instrumento para avanzar, un instrumento para el diálogo”, notó Ígor Sekreta.
Subrayó que, en este momento, el mecanismo de la OSCE no solo funciona en vano, sino que, francamente, causa daño.
“Si queremos que la situación mejore, debemos cambiar nuestra forma de pensar, estudiar seriamente las relaciones históricas de causa a efecto, tratar de comprender cómo se produjo realmente el colapso del sistema europeo de seguridad y cooperación. Esto no ocurrió en 2022. Al igual que hace 50 años, nos enfrentamos de nuevo al riesgo de una gran guerra en Europa. Pero la OSCE no traerá ni mantendrá la paz y el entendimiento mutuo en contra de la voluntad “común” de los Estados participantes. Ya no hay voluntad común en la OSCE. Se habla mucho de valores y principios, pero ya no hay un entendimiento común del objetivo común ni valores comunes”, señaló el viceministro.
Según él, hoy en día Europa, lamentablemente, se mueve por una profecía de guerra autoimpuesta. Sin embargo, en la OSCE se sigue hablando mucho, pero apenas se escuchan unos a otros.
“Si lo máximo que somos capaces de hacer es intercambiar acusaciones mutuas, como vemos cada semana en Hofburg, entonces no conseguiremos nada. Si logramos superar los dogmas ideológicos y los prejuicios, podremos devolver la paz a Europa. ¿Cómo? A través de la diplomacia. Para superar la barrera en el diálogo, nos gustaría aclarar la situación: el cese de las hostilidades y una nueva distensión en Europa no serán un requisito previo, sino el resultado de la restauración de una comunicación internacional de pleno derecho”, acentuó.
Sin embargo, ¿cómo pueden las partes pasar a esta etapa avanzada de interacción internacional? “Podríamos hacerlo reconociendo lo obvio y acordando luego un futuro mecanismo de seguridad en Eurasia. Por supuesto, la definición de “evidente” varía mucho. Para superar esta brecha en el entendimiento mutuo, si los funcionarios gubernamentales aún no están preparados para el acercamiento por alguna razón, podríamos encargar a nuestros analistas, académicos y periodistas de confianza que iniciaran un diálogo”, propuso el diplomático.
Subrayó que Belarús está dispuesta a participar en este diálogo en cualquier lugar, sin condiciones previas ni exigencias.
“Para ayudar a toda la comunidad a avanzar, estaremos encantados de dedicar a este objetivo nuestra ya tradicional Conferencia sobre Seguridad Euroasiática, que este año se celebrará en Minsk los días 28 y 29 de octubre. Después de todo, Belarús, que lleva tantos años en la encrucijada geopolítica, es el mejor foro para el diálogo, así como para la elaboración de soluciones a los conflictos regionales. Vengan, hablemos. El resultado será una buena base para la próxima presidencia suiza de la OSCE”, declaró.
La parte belarusa también considera que la presidencia suiza de la OSCE está perfectamente preparada, en términos de mandato y autoridad, para este tipo de debates.
“Simplemente, esto debe ocurrir antes. Si una de las partes se demora demasiado, con la esperanza de vencer a la otra en el campo de batalla o de asfixiarla económicamente, nuestro continente se enfrentará a un futuro verdaderamente sombrío. Belarús cree que, con motivo del 50º aniversario de la OSCE, podríamos enviar al mundo una señal mucho más optimista”, resumió Ígor Sekreta.-0-
