MINSK, 10 ago (BelTA). – El Ministerio de Asuntos Exteriores llamó a la Unión Europea (UE) y otros países occidentales a detener la política antibelarusa irresponsable y de estancamiento, dejar la presión y sanciones, volver a un diálogo sustantivo y cooperación mutuamente beneficiosa. Lo cita el comunicado de la Cancillería en relación con la reacción de la UE y EEUU al segundo aniversario de las elecciones presidenciales en Belarús, informa BelTA.
“La Unión Europea y algunos países occidentales en el contexto del aniversario de las elecciones presidenciales en la República de Belarús volvieron a permitirse una serie de acusaciones insultantes e infundadas contra el estado belaruso soberano e independiente. Es absolutamente evidente que Bruselas y Washington no tienen derecho a determinar el nivel de legitimidad de las autoridades de la República de Belarús. Es una prerrogativa exclusiva del pueblo belaruso, que hace dos años expresó de manera inequívoca su apoyo al líder actual y su política de mantenimiento de la paz y la estabilidad, el desarrollo económico progresivo y la mejora del bienestar de los ciudadanos”, se dice en el documento.
En el Ministerio de Asuntos Exteriores señalaron que el Occidente colectivo, escondiéndose detrás de lemas enfáticos sobre el fortalecimiento de la soberanía y la independencia de Belarús, la protección de los derechos humanos, está haciendo todo lo posible para asfixiar económicamente al estado belaruso, para obligarlo a abandonar su propio camino de desarrollo.
“Las sanciones económicas ilegítimas de los países occidentales, eludiendo al Consejo de Seguridad de la ONU, el embargo aéreo, contradicen directamente el derecho internacional, violan gravemente los derechos socioeconómicos de los ciudadanos, sin hablar de los principios fundamentales de la economía de mercado. Al mismo tiempo, las sanciones occidentales a escala global provocan una crisis alimentaria mundial, perjudican a la población de los países autores de estas medidas restrictivas”, subrayaron en el ente.
Sin embargo, parece que estos problemas no preocupan en absoluto a los políticos occidentales, que están más preocupados por satisfacer sus propias ambiciones geopolíticas desorbitadas que por solucionar los problemas apremiantes de sus pueblos, consideran en la Cancillería.
“Nos oponemos categóricamente a la injerencia occidental en los asuntos internos de la Belarús soberana en forma de apoyo abierto y financiación de los opositores al Gobierno legítimo. La complacencia de los extremistas de la oposición belarusa ya llevó al hecho que cada vez más a menudo ellos hacen llamadas absolutamente insensatas al derrocamiento violento del poder. Apremiamos a la UE y a otros países occidentales a detener la política antibelarusa irresponsable y de estancamiento, dejar la presión y sanciones, volver a un diálogo sustantivo y cooperación mutuamente beneficiosa”.-0-