MINSK, 2 mar (BelTA). – El 28 de febrero en la provincia de Gómel en el Prípiat – cerca de la frontera ucraniana – se celebró la primera ronda de negociaciones pacíficas ruso-ucranianas. Durante cinco años de negociaciones las partes fijaron una serie de temas prioritarios y volvieron a sus capitales para consultas. Entonces trascendió la información sobre la posibilidad de mantener una nueva reunión en los próximos días, esta vez en la frontera polaco-belarusa.
La delegación rusa la encabezó el asistente del Presidente ruso, Vladímir Medinski. En la delegación también entraron el viceministro de Defensa, viceministro de Asuntos Exteriores, Andréi Rudenko, el presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, Leonid Slutski, y el Embajador de Rusia en Belarús, Borís Gryzlov. La parte ucraniana estuvo representada por el vicecanciller Mykola Tochytskyi, el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, el asesor de la Oficina del Presidente, Mykhailo Podoliyak, el jefe del grupo del partido “Servidor del Pueblo”, David Arakhamia, el diputado Rustem Umerov, el primer vicejefe de la delegación ucraniana en el grupo trilateral Andriy Kostin.
Como dijo Mykhailo Podoliyak, las partes fijaron una serie de temas prioritarios. El objetivo principal de las conversaciones fue discutir los temas de alto el fuego en el territorio de Ucrania y la suspensión de las operaciones militares.
El jefe de la delegación rusa Vladímir Medinski marcó: “Lo más importante es que acordamos continuar el proceso de negociación. Encontramos algunos puntos de contacto que podrían llevar a las posiciones comunes”.
Comentó sobre las negociaciones y otro representante de la delegación rusa - Leonid Slutski. “Es importante que las partes oyen la una a la otra. La delegación ucraniana estaba dispuesta para escuchar y participar en la discusión más detallada de la esencia de los problemas. Esto es muy, muy importante. ¿Cuál será la continuación? Lo veremos en los próximos días”.
En vísperas Aleksandr Lukashenko enfatizó que Belarús estaba haciendo todo lo posible para ayudar a las partes del conflicto a encontrar un terreno común en sus posiciones y detener el derramamiento de sangre. “Y nosotros, los belarusos, estamos dispuestos para hablar en cualquier momento y con cualquier persona, crear un fino hilo de confianza mutua en aras de un solo objetivo – la paz en la región”.
El estadista señaló que la reunión, según estimaciones preliminares, inspira un optimismo cauteloso. “Los negociadores son simplemente bravos, simplemente guapos. Hicieron más de lo que fue posible. Hicieron su trabajo de manera brillante en 5 horas en la primera etapa”.
Aleksandr Lukashenko marcó que había dudas sobre la efectividad de las negociaciones, pero sus participantes de ambos lados lograron encontrar un terreno común. “Nadie: ni Zelensky, ni Putin, y más aún yo incorporado a este proceso, nunca esperamos que identificaran los temas para negociar, problemas y encontraran los puntos de contacto. ¿Qué significa esto en el lenguaje común? Esto significa que hay opciones de llegar a un acuerdo, pero hay que conciliarlas con las autoridades de Rusia y Ucrania – lo que están haciendo hoy los negociadores”.
Según el mandatario, Vladímir Medinski se manifestó como un excelente negociador, resultó ser más profesional que muchos diplomáticos o militares. “Debo destacar la altísima profesionalidad de los ucranianos y los rusos en las negociaciones. Esto infunde cierta seguridad de que las negociaciones podrán poner fin a la guerra. Pero, créanme, todo depende de la parte ucraniana. Si no escuchan a los estadounidenses y el Occidente, la guerra se terminará”, acentuó el líder belaruso.
El ministro de Asuntos Exteriores, Vladímir Makéi, dijo a los periodistas el 28 de febrero que Belarús estaba dispuesta para contribuir a la solución de la crisis entre Rusia y Ucrania.
La secretaria de prensa del Presidente belaruso, Natalia Eismont, también afirmó lo mismo.-0-
