MINSK, 29 nov (BelTA). - En la reunión conjunta en Viena del Foro de Cooperación en materia de Seguridad y el Consejo Permanente de la OSCE, la delegación de Belarús presentó una declaración sobre el diálogo de Helsinki y una visión del futuro de la seguridad europea y euroasiática. Así lo informó al corresponsal de BelTA la misión permanente de Belarús ante la OSCE en Viena.
Belarús instó a los estados participantes de la OSCE a reconsiderar de forma creativa y responsable las ideas del Acta Final de Helsinki relacionadas con las formas y mecanismos de garantizar la seguridad internacional y regional, teniendo en cuenta los cambios que se han producido en el mundo.
“Firmada en 1975 en condiciones políticas y militares difíciles, el Acta Final de Helsinki sentó las bases progresistas de las relaciones internacionales en el área euroatlántica, incluso en el ámbito de la seguridad. Sus ideas y principios, encaminados a la coexistencia pacífica y a la construcción de unas relaciones de auténtica buena vecindad, no han perdido actualidad en nuestros días”, afirma la declaración.
Los diplomáticos belarusos señalaron que el Acta Final de Helsinki fue capaz de crear una base para el diálogo entre Oriente y Occidente, ayudar a reducir las tensiones y establecer una cooperación en la esfera militar, a pesar de todas las contradicciones del período de la Guerra Fría. Contribuyó de forma significativa a la formación de un nuevo modelo de seguridad, subrayando, por un lado, su indivisibilidad y, por otro, la tarea de cada estado sin excepción de consolidar la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales.
“El Acta Final de Helsinki estableció que sus estados participantes se notificaran los ejercicios militares importantes de las fuerzas terrestres, el intercambio de observadores para asistir a los ejercicios militares y las visitas de delegaciones militares para aumentar los contactos entre las fuerzas armadas. Dichas decisiones, que representaban una visión verdaderamente nueva y revolucionaria de la seguridad, se aplicaron posteriormente con éxito”, afirma la declaración.
Al mismo tiempo, la delegación belarusa llamó la atención a que actualmente el diálogo y la cooperación en este ámbito han cedido completamente el paso a la militarización unilateral injustificada del continente europeo. Los estados miembros de la OTAN no dejan de aumentar sus fuerzas armadas nacionales en tamaño, capacidad de ataque y potencial ofensivo y de incrementar la presencia militar de las tropas unidas de la alianza, incluso en las fronteras de Belarús.
“Este proceso no es más que uno de los ejemplos del desvío de varios estados de los principios del Acta Final de Helsinki, incluido el principio de indivisibilidad de la seguridad solemnemente proclamado y posteriormente fijado en una serie de documentos fundamentales de la OSCE”, reza la declaración. “Surge la pregunta: ¿por qué fracasaron estos mecanismos? La respuesta, en nuestra opinión, es obvia. La arquitectura existente no consideró de forma equitativa y plena los intereses de todos sus participantes, por lo que las herramientas político-militares existentes fueron incapaces de evitar una crisis en el sistema de seguridad europeo, que desembocó en una confrontación armada abierta en la región. Aunque esto ya empezó en 1999: el bombardeo de Yugoslavia en contra de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y la expansión de la OTAN hacia el este”.
“Como resultado, tenemos la crisis más profunda de seguridad regional e internacional”, dijeron los diplomáticos belarusos. "En este contexto, está en marcha la transformación del panorama geopolítico mundial. Se trata de un proceso doloroso pero inevitable. La ruptura del orden mundial existente marca la transición de una estructura monopolar a la multipolaridad, la transición del modelo de seguridad europeo, que no ha demostrado su eficacia, a la construcción de la arquitectura de seguridad euroasiática, que se está creando sobre la base de la igualdad, la justicia y plena consideración del principio de indivisibilidad de la seguridad”.
“Nos gustaría dirigir la atención de nuestros estimados colegas a que Eurasia está desarrollando ahora activamente sus propias estructuras, como la OCS, la OTSC, la ASEAN, la CICA, que se ocupan de cuestiones de seguridad y estabilidad, entre otras”. En la conferencia internacional de alto nivel “Seguridad euroasiática: realidad y perspectivas en un mundo en transformación”, celebrada el año pasado en Minsk, Belarús inició un debate sobre las perspectivas de construcción de una nueva arquitectura de seguridad colectiva euroasiática. En este sentido, Belarús presentó una iniciativa para desarrollar la Carta Euroasiática de la Diversidad y la Multipolaridad en el siglo XXI”, señala el documento.
La delegación belarusa subrayó que la iniciativa de elaborar una carta pretende contribuir a la construcción de un orden justo en Eurasia basado en los principios de seguridad indivisible, igualdad, respeto mutuo y cooperación. Este documento podría formular los parámetros y principios de funcionamiento de la arquitectura de seguridad en el espacio euroasiático, así como la visión estratégica de multipolaridad del sistema renovado de relaciones internacionales.
“Ya es hora para alejarnos de prejuicios políticos y estereotipos destructivos y empezar a construir un diálogo, buscando paso a paso puntos de contacto y acercamiento. Hoy urge crear un espacio común de confianza y cooperación, unir a los estados en nombre de un objetivo común y no en contra de nadie, para evitar una fatal fractura civilizatoria. Al mismo tiempo, creemos que el Acta Final de Helsinki conserva su potencial para Europa. Además, sus disposiciones son tan equilibradas, exhaustivas y universales que pueden ser utilizadas con éxito por otros países del mundo y organizaciones internacionales. Belarús pide a los estados participantes de la OSCE que reconsideren de forma creativa y responsable, teniendo en cuenta los cambios que se han producido en el mundo, las ideas del Acta Final de Helsinki relativas a las formas y mecanismos de garantizar la seguridad internacional y regional”, reza la declaración.
La parte belarusa está segura: “La construcción de un nuevo sistema de seguridad regional colectiva que responda a las exigencias de la época nos permitiría volver al diálogo despolitizado y a la cooperación constructiva en la esfera político-militar”.-0-