MINSK, 14 nov (BelTA). - El foro cultural y educativo internacional Hijos de la Comunidad debe continuar, ampliando cada año el círculo de participantes, declaró la presidenta del Consejo de la República de la Asamblea Nacional de la República de Belarús, Natalia Kochánova, al intervenir en la reunión del Consejo de la Asamblea Interparlamentaria de los Estados miembros de la Comunidad de Estados Independientes en Dusambé (Tayikistán), informa el corresponsal de BelTA.
"Estoy segura de que el proyecto Hijos de la Comunidad, que contribuye a la educación de las futuras generaciones en un espíritu de buena vecindad y entendimiento mutuo, respeto por las tradiciones e intereses de los demás, debe continuar, ampliando cada año el círculo de representantes talentosos, enérgicos y decididos de la juventud internacional", dijo Natalia Kochánova.
La presidenta del Consejo de la República señaló que Belarús acogió este año por primera vez el foro cultural y educativo internacional Hijos de la Comunidad, que reunió a 80 escolares de Armenia, Belarús, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Según sus palabras, es muy importante que este año el significativo proyecto cultural y educativo se haya celebrado precisamente en la tierra belarusa.
En este sentido, Natalia Kochánova se refirió a las palabras del Presidente del país, Aleksandr Lukashenko, de que "la Belarús moderna es un monumento a esa terrible guerra, a los muertos, torturados y quemados. Una memoria viva y un monumento vivo".
"Nuestro país fue el primero en recibir el golpe aplastante de las divisiones de la Wehrmacht, soportó sobre sus hombros la carga titánica de pérdidas y destrucciones. La guerra duró 1132 días en la tierra belarusa, uno de cada tres belarusos murió, miles de ciudades y pueblos fueron destruidos y quemados. Cada centímetro de la tierra está empapado con la sangre de sus habitantes y soldados soviéticos", enfatizó.
La presidenta del Consejo de la República destacó el simbolismo de que el foro Hijos de la Comunidad se iniciara en el Museo de la Historia de la Gran Guerra Patria. Allí, los jóvenes se familiarizaron con la exposición, que los sumergió en la atmósfera y los acontecimientos de aquellos trágicos años y les dejó impresiones inolvidables sobre la fuerza de espíritu y la unidad del pueblo soviético durante los años de la guerra.
Conforme a sus palabras, los escolares visitaron el complejo conmemorativo Khatyn, símbolo de la tragedia nacional y del luto eterno. Para los jóvenes, este lugar se convirtió en una lección de coraje y voluntad inquebrantable del pueblo belaruso. El programa principal del foro se llevó a cabo en el Centro Nacional Infantil de Educación y Saneamiento Zubriónok.
Cada día del foro estuvo dedicado a la presentación de las tradiciones y costumbres de uno de los países participantes. Los jóvenes se familiarizaron con la cultura original, los objetos de orgullo nacional, mostraron trajes populares, estudiaron antiguos ritos y símbolos, prepararon y degustaron manjares y crearon recuerdos con sus propias manos. En estos eventos participaron los líderes y representantes de las embajadas de los países participantes del foro.
"El programa de estancia incluyó decenas de talleres, emocionantes excursiones, concursos creativos, competiciones deportivas y encuentros inspiradores. Los jóvenes tuvieron la oportunidad única de reunirse con los miembros del Consejo de la República, ministros de Educación, Sanidad, Deporte y Turismo, el presidente de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, rectores de las principales instituciones de educación superior de nuestro país, atletas belarusos titulados y líderes de asociaciones públicas juveniles", informó Natalia Kochánova.
El último día del foro, en el Consejo de la República, tuvo lugar un diálogo sustantivo y sincero, durante el cual los jóvenes compartieron abiertamente sus inolvidables impresiones sobre su estancia en Belarús, intercambiaron opiniones sobre la importancia de preservar la memoria y la verdad sobre los acontecimientos de la Gran Guerra Patria, la importancia de una política pacífica y la buena vecindad entre los países.
"Vi un interés sincero y genuino de los jóvenes en comunicarse con sus compañeros de diferentes países. Estoy convencida de que los jóvenes representantes de los países de la Comunidad mantendrán la amistad que surgió en la tierra belarusa durante muchos años", concluyó la presidenta del Consejo de la República.-0-
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