Serguéi Zhuk
BREST, 13 ago (BelTA). – Belarús, en la arena internacional, sigue de forma coherente la posición humanista en las relaciones internacionales. Lo opinó el analista de la sucursal en la provincia de Brest del Instituto Belaruso de Estudios Estratégicos (BISI), Serguéi Zhuk, comentando la entrevista del Jefe de Estado a la revista estadounidense Time.
El experto señaló que, en los últimos meses, Aleksandr Lukashenko concedió por segunda vez una entrevista a medios estadounidenses. A principios de año mantuvo una conversación detallada con el conocido bloguero Mario Nawfal, y en agosto se publicó su entrevista en la revista Time.
"Sin duda, el formato de comunicación directa con la audiencia y las élites políticas estadounidenses es importante para transmitir la posición oficial de la República de Belarús, especialmente en la etapa actual de intensificación de los contactos. Se convierte en una de las herramientas para destruir los mitos occidentales sobre la supuesta ocupación de Belarús por parte de Rusia, sobre la amistad con China como medio de contrarrestar la influencia rusa, y permite dar a conocer la verdadera situación política interna del país. La postura honesta y abierta del Jefe de Estado, sin duda, tendrá un impacto positivo en la dinámica de las negociaciones entre Belarús y Estados Unidos", considera el analista.
En la entrevista, Aleksandr Lukashenko puso especial énfasis en el componente humanitario de las relaciones internacionales y en la necesidad de su humanización en general. Esta es una posición conceptual de Belarús. "En los países occidentales prácticamente dominan por completo los enfoques neoliberal y realista. Su principal problema es la casi total ausencia de consideración de la opinión de los pueblos como sujetos políticos. Es decir, la persona no se incluye en la "ecuación" de las relaciones internacionales. Por ello, no es casual que el Presidente haya subrayado en repetidas ocasiones la necesidad de cambiar los principios y reglas de las relaciones internacionales y de formar un sistema armonioso que, ante todo, actúe en interés de las personas, y no de determinadas instituciones o Estados", señaló Serguéi Zhuk.
En este contexto, Aleksandr Lukashenko se pronunció sobre la crisis ucraniana. Destacó el papel de Belarús en la acogida de refugiados, en la organización de intercambios y su disposición a seguir siendo una plataforma para negociaciones en cualquier formato.
"Es importante comprender que, para Belarús, este conflicto, a diferencia de los países occidentales, no constituye marcadores en un mapa o un escenario de confrontación con Rusia. Es una lucha sangrienta entre pueblos cercanos, unidos por una historia común y por miles de lazos familiares. Por eso, el Jefe de Estado se centró principalmente en los problemas de las personas que sufren a causa del conflicto. Una de las posturas más conceptuales del líder belaruso es: "Me siento cercano a los ucranianos, a los rusos. Son pueblos hermanos. Quiero que todo esté bien aquí. Y donde no pueden encontrarse ellos directamente, ayudan los belarusos", afirmó el analista. Agregó que, precisamente por ello, el difícil camino del diálogo y de las concesiones mutuas para salvar vidas humanas resulta sumamente importante ahora. El factor clave de su éxito es la voluntad política de los líderes estatales y su capacidad para tomar decisiones difíciles con el fin de lograr cuanto antes una paz duradera.
"La orientación humanista de las relaciones internacionales y la necesidad de su máxima humanización es una posición coherente del Estado belaruso en la arena internacional. Y la entrevista del Presidente es una clara confirmación de ello", resumió Serguéi Zhuk.-0-
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