BUENOS AIRES, 2 jul (BelTA - Prensa Latina). - En Bolivia hubo un intento de golpe de Estado que fue impedido por la firmeza del presidente Luis Arce y por la movilización del pueblo que defendió la democracia, aseveró hoy el exmandatario argentino Alberto Fernández.
A través de su perfil en la red social X, el exjefe de Estado señaló que “quienes se alzaron contra las instituciones de la República en ese país hermano, pregonan la antipolítica y representan los mismos intereses que preserva la derecha global”.
En Bolivia no hay presos políticos. Hay golpistas que en 2019 alteraron el orden institucional y fueron juzgados y condenados por esa conducta. Con los de entonces, colaboró el gobierno macrista (de Mauricio Macri, 2015-2019) mandando armas y municiones, indicó.
Los que realmente valoramos el Estado de Derecho, debemos respetar el veredicto popular y preservar la institucionalidad democrática, añadió.
Esta jornada, el Gobierno boliviano convocó al embajador argentino en La Paz, Marcelo Adrián Massoni, para expresarle su “enérgico rechazo” a declaraciones de la oficina del presidente Javier Milei publicadas la víspera que se sumaron a la narrativa de un supuesto autogolpe.
La canciller interina de esa nación, María Nela Prada, informó que, igualmente, fue llamado a consultas el embajador de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia.
Las autoridades bolivianas invitaron a sus similares argentinas “a informarse y actuar en el marco de los principios de respeto a la soberanía y no intervención en asuntos internos de otros Estados, de conformidad a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional”.
En un comunicado, la Cancillería boliviana recordó que ese país decidió soberanamente vivir en democracia, con características interculturales, y enfatizó que, cualquier acto que amenace con tanques de guerra y militares armados al Gobierno constituido por el voto del pueblo, es claramente un golpe de Estado.
A través de su perfil en la red social X, el exjefe de Estado señaló que “quienes se alzaron contra las instituciones de la República en ese país hermano, pregonan la antipolítica y representan los mismos intereses que preserva la derecha global”.
En Bolivia no hay presos políticos. Hay golpistas que en 2019 alteraron el orden institucional y fueron juzgados y condenados por esa conducta. Con los de entonces, colaboró el gobierno macrista (de Mauricio Macri, 2015-2019) mandando armas y municiones, indicó.
Los que realmente valoramos el Estado de Derecho, debemos respetar el veredicto popular y preservar la institucionalidad democrática, añadió.
Esta jornada, el Gobierno boliviano convocó al embajador argentino en La Paz, Marcelo Adrián Massoni, para expresarle su “enérgico rechazo” a declaraciones de la oficina del presidente Javier Milei publicadas la víspera que se sumaron a la narrativa de un supuesto autogolpe.
La canciller interina de esa nación, María Nela Prada, informó que, igualmente, fue llamado a consultas el embajador de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia.
Las autoridades bolivianas invitaron a sus similares argentinas “a informarse y actuar en el marco de los principios de respeto a la soberanía y no intervención en asuntos internos de otros Estados, de conformidad a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional”.
En un comunicado, la Cancillería boliviana recordó que ese país decidió soberanamente vivir en democracia, con características interculturales, y enfatizó que, cualquier acto que amenace con tanques de guerra y militares armados al Gobierno constituido por el voto del pueblo, es claramente un golpe de Estado.